La obra gruesa de la infraestructura constituye un avance de 30% del total.
Se requieren por lo menos 19 millones de dólares, de los cuales 17 involucran equipamiento, lo que incluye un acelerador lineal.
Página Siete / J. Carlos Palacios / La Paz
La ciudad de La Paz cuenta con una infraestructura destinada a ser un hospital oncológico, que llegó a construirse en un 30% a un costo de 500 mil dólares. Hace 18 años que está abandonado y hoy no es más que un "elefante blanco”, ubicado en medio del bosquesillo o la meseta de Achumani.
Curiosamente, mientras las instituciones gestoras del proyecto o propietarias del terreno, como la Alcaldía de La Paz, le han puesto una lápida al mismo. Sólo los vecinos de ese tradicional barrio de la zona Sur han demostrado su solidaridad con los pacientes de cáncer al realizar gestiones desde hace por lo menos siete años para que el hospital oncológico sea concluido.
Suelen exhibir documentación que data del año 2010, papeles que revelan el interés vecinal porque La Paz cuente con un hospital oncológico para atender a pacientes que sufren de ese mal que año tras año se cobra vidas.
"Nadie está libre de adquirir esta enfermedad”, reflexiona la presidenta de la junta vecinal de Achumani, Catalina Ramírez, y pide a las autoridades solidaridad con los enfermos de cáncer.
Los papeles y los sellos cuentan la historia de las gestiones, las peticiones, las reuniones con técnicos de la Alcaldía y con subalcaldes. Hay cartas que datan de 2013 dirigidas al alcalde Luis Revilla.
La alarma vecinal crece porque además del abandono total a la infraestructura, se suma el pillaje y robo por parte de malvivientes que en las noches ingresan a la construcción, consumen bebidas alcohólicas en sus ambientes, destruyen vidrios y destripan el equipamiento médico.
Inclusive en el segundo piso los invasores sacan las camillas y asientos al exterior para tomar sol, cual si el lugar se tratara de una amplia terraza.
Para Ramírez urge que las autoridades del municipio den "de una vez” funcionalidad al lugar. Pese a la tupida vegetación, geranios y musgo, la calidad de la construcción y del material utilizado demuestra su funcionalidad: las gradas son sólidas, existen ambientes ya dispuestos para su uso inmediato (baños, vestidores, oficinas y enfermería), y a otros, como el auditorio, simplemente le falta cementar el piso y en la parte externa concluir la obra para que la lluvia no le afecte.
"Hay un búnker forrado. Es una cámara con paredes de cemento con plomo para evitar la diseminación de la radiación, lo que costó un platal”, cuenta el presidente de la Fundación Boliviana Contra el Cáncer, Carlos Salamanca.
Esa fundación fue la gestora del Hospital Oncológico en los años 70. Una de las fundadoras de esa institución, Doris Hauson, cuando supo que su esposo tenía cáncer descubrió con él que en la Bolivia (de esa época) el sistema de salud no podía atender tal enfermedad, lo que al parecer no cambió en los siguientes 47 años.
Salamanca explicó que no puede dar continuidad a dicha construcción porque la fundación ya invirtió medio millón de dólares y no tiene más recursos.
Se requieren por lo menos 19 millones de dólares, de los cuales 12 involucran equipamiento, lo que incluye un acelerador lineal y unos dos millones de dólares más para lo que es el trabajo de albañilería final, explicó Salamanca a este medio.
El presidente de esa fundación grafica el renunciamiento de esa institución para continuar con el proyecto señalando que terminaron "levantando las manos”.
Página Siete también consultó al secretario municipal de Salud de la Alcaldía de La Paz, Roger Tapia, sobre el destino que tendrá la infraestructura que se encuentra en predios municipales, ya que existen versiones en sentido de que sería demolida.
"¿Le darán funcionalidad a lo avanzado?”, preguntó este medio a Tapia: "En este momento quien puede definir esto (el destino de la construcción) es una respuesta que tiene que dar el mismo alcalde (Luis Revilla)”, dijo.
De hecho la autoridad municipal aclaró que el municipio, en cumplimiento a normativas legales, tampoco puede dar continuidad a la conclusión de este proyecto.
Tapia señala que el tema de oncología es competencia de la Gobernación de La Paz o del Servicio Departamental de Salud (SEDES). Por norma debe ser atendido en ese "tercer nivel”.
Sobre la preocupación vecinal en sentido de que la infraestructura sería demolida por la Alcaldía, el secretario de Salud respondió que será necesario hacer una valoración al respecto "para ver en qué condiciones está. Son más de 10 años. hay que hacer un estudio para validar su uso”.
Cuando este medio visitó la infraestructura, el lugar constató que hay al menos dos excavaciones de más de un metro de profundidad, hechas en ambientes internos de la construcción, además de otras perforaciones a pilares y muros de la obra, supuestamente con el objetivo de establecer la resistencia, calidad y perdurabilidad de la construcción.
Esas excavaciones y "tests” sobre la durabilidad de la obra, según testimonio de los vecinos, fueron hechas por funcionarios de la Alcaldía. Al respecto, se informó a Tapia que las valoraciones y exámenes a la calidad de la construcción ya fueron hechas por el municipio. "No conozco, tendría que consultar”, dice.
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