(Urgentebo).- La hipótesis de que el avión CP 2933 de la Línea Aérea Merideña Internacional de Aviación (LaMia) se estrelló en Medellín por falta de combustible, ha tomado cuerpo en las últimas horas. Pero también aparece la versión de que la Torre de Control del aeropuerto de Río Negro, pese a la solicitud de emergencia lanzada por el piloto boliviano, mantuvo a la aeronave a 21.000 pies de altura.
En las últimas horas, tanto como el director de LaMia, Gustavo Vargas, como un testimonio de un piloto de una línea aérea internaciónal que vivió los últimos minutos de la tragedia, dieron datos reveladores de lo que pudo ocurrir con el descenso de la aeronave que la noche del pasado lunes, cuando se estrelló en Cerro Gordo.
Hoy Vargas ante medios bolivianos indicó que el piloto pudo abastecerse de combustible en Cobija (Bolivia) o Bogota (Colombia), considerando las limitaciones en la autonomía de vuelo de la aeronave de industria inglesa.
“El avión ya estaba en Medellín, había aviones en espera. Pero en caso de que le faltara combustible, el piloto tiene la obligación de prever esos detalles incluso para una alternativa”, dijo.
El martes, en declaraciones al periódico El Tiempo de Colombia, Vargas explicó que la nave “tenía que ir a Cobija, que es en Bolivia y de Cobija tenía que ir a Medellín. Pero ellos ( la tripulación) se fueron directo hasta Bogotá (…) Pero si él ( piloto) consideraba que no tenía combustible, tenía que entrar a Bogotá a reabastecer”.
Pero a este testimonio se suma otro, el de un piloto que escuchó desde su cabina el pedido de emergencia lanzado por el avión de matrícula boliviana. Según el protocolo aeronáutica, la emergencia es el anuncio de mayor peligro que se puede hacer desde un avión y que, por lo tanto, debe ser escuchada.
Sin embargo, la torre de control del aeropuerto de Rio Negro obligó a la aeronave a mantenerse a una altura de 21.000 pies de altura. El avión boliviano era el número 3 que esperaba aterrizar, habían dos aviones que se encontraban a 14.000 pies.
“No me atrevo a decir nada, pero muchas veces esas aeronaves privadas no son muy juiciosas con el tema del combustible. Ellos llegaron con límite de gasolina y no tenían cómo mitigar ninguna demora. Cuando el avión de Viva Colombia declaró la emergencia a todos los aviones que venían entrando a Río Negro, lo pusieron a dar vueltas al de Chapecoense ( LaMia) sobre una radio ayuda”, declaró a Caracol Radio el piloto.
Agregó: “Al avión del Chapecoense lo pusieron sostenerse a los 21.000 pies y avión que venía volando lo tenía a 19.000 pies y había un LAN que estaba a 14.000 pies”.
En el relato, el piloto sostiene que su similar de Bolivia reportó “falla eléctrica total” y que debía pedir declaratoria de emergencia. Pero no lo hizo por el temor a una multa de $us 25.000, una sanción a la compañía y porque era un mal referente en su hoja de vida como aviador.
El avión de LaMia paso el radio de ayuda a los 9.000 pies cuando lo mínimo es a 10.000 y ocurrió la tragedia.
La Dirección de Aeronáutica Civil de Bolivia (DGAC) envió una misión a Colombia para cuadyubar en las investigaciones que realiza al DGAC colombiana del trágico accidente.
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