Un comunario de Palca se enfrenta con la Policía durante un conflicto por el agua de la laguna La Merced. | Carlos López
Hace tres años, el Gobierno fue alertado de los “estragos” que iba a provocar el cambio climático en Bolivia a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sin embargo, se centró en desarrollar un discurso de protección de la Madre Tierra pero no acciones para mitigar los efectos, afirmaron ambientalistas y científicos.
LOS TIEMPOS
La secretaria técnica de la “Plataforma Nacional Frente al Cambio Climático”, Teresa Hosse, explicó que una de las causas para la falta de previsión es que en la práctica las acciones del Gobierno, desde 2009 a la fecha, se orientaron a un modelo económico “extractivista” frente al paradigma del “Vivir bien”, amparado en la lógica de que los bolivianos “tienen derecho al desarrollo”.
Por ello, se promovieron actividades petroleras en áreas protegidas, al igual que la proliferación de la minería con 500 concesiones otorgadas a los cooperativistas.
Además se priorizó hidroeléctricas frente a proyectos de dotación de agua para consumo, como Corani-Valles frente al complejo de hidroeléctricas en cascadas en el trópico.
El Gobierno impulsó la agroindustria y la ampliación de la frontera agrícola.
Hosse manifestó que el Gobierno conocía la situación desde 2009, cuando participó en la negociación global sobre el cambio climático con un discurso de protección a la Madre Tierra en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
A nivel normativo, Bolivia cuenta con la Ley Nº 1333 de Medio Ambiente, Ley Nº 300 Marco de la Madre Tierra, Ley N° 071 de Derechos de la Madre Tierra, Ley Nº 1700 Forestal; e incluso la Ley Nº 337 de Apoyo a la producción de alimentos y restitución de bosques.
A ello se suma que Bolivia firmo y ratificó los siguientes convenios internacionales: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía; y el Protocolo de Kyoto para estabilizar la emisión de gases de efecto invernadero y fijar los mecanismos de reducción.
“El problema es que el Gobierno no ha ido implementando políticas para que pueda ser coherente con el discurso internacional”, dijo.
Siguió: “No se han hecho acciones. Se sabía que existirían problemas por falta de agua, pérdida de biodiversidad (…)”.
El ambientalista Gonzalo Maldonado enfatizó que el Gobierno “no le dio importancia” a la crítica situación, incluso hace 10 años, cuando ya conocía de la problemática. En su lugar, priorizó el marketing político y el discurso de protección.
“Esto no era desconocido para las autoridades (…) A ello se suma que se organizó la Cumbre Mundial de Medio Ambiente en Tiquipaya y planteó una serie de líneas de acción que tenían que seguirse. No pasó de ser un discurso demagógico”, observó Maldonado.
Por su parte, el físico del Departamento de Física de la Universidad Mayor de San Simón, Marko Andrade, dijo que hace cuatro años (2012), los investigadores holandeses, Christian Seiler, Ronald W.A. Hutjes y Pavel Kabat, alertaron que una “sequía prolongada se venía ya, pronto, y a corto plazo”. Sin embargo, el Gobierno “aparentemente” no conocía el estudio.
El estudio, enfocado en el altiplano boliviano identificó al cambio climático, los fenómenos cíclicos como las oscilaciones en los océanos Pacífico y Atlántico de “El Niño” y “La Niña” como las causas.
“Se pronosticó que la sequía iba a ser fuerte en el altiplano y que habría inundaciones en el oriente”, señaló Andrade.
Otra de las alertas sobre lo que se venía llegó de la mano del glaciólogo de la Universidad Metropolitana de Mánchester en Inglaterra, Simon Cook, quien informó a la BBC, en una publicación reciente, que los glaciares en Bolivia disminuyeron en un 43 por ciento desde mediados de los 80 por efecto del cambio climático.
El estudio identificó 25 lagos glaciares en Bolivia cuyo deshiele podría causar estragos.
La investigadora del Departamento de Física de la universidad, Rocío Guzmán, observó que las investigaciones científicas “no llegan al Gobierno”.
A ello se suma que los entornos académicos no están al tanto de los problemas que el Gobierno quiere solucionar. Sugirió desarrollar estrategias para mejorar la comunicación.
Por su parte, Andrade lamentó que no existan investigaciones científicos locales que hayan trabajado de manera seria en los análisis de datos y proyecciones climáticas.
Según Hosse, una de las tareas urgentes es realizar un diagnóstico de los efectos del cambio climático, en todos los niveles, sobre todo hídrico. Luego, trabajar un plan de acción.
La deforestación, la ampliación de la frontera agrícola, los chaqueos, la minería y la urbanización también influyen en las alteraciones del clima.
OPINAN AMBIENTALISTAS E INVESTIGADORES
GONZALO MALDONADO, AMBIENTALISTA
El Gobierno dio un discurso totalmente demagógico y no le dio la importancia que debía al cambio climático. Ha preferido estar en el marketing político y electoral (…) (Entre las causas del cambio climático) están la minería que ha estado liquidando muchos cursos de agua para sus fines (…) se ha sacado el agua de los canales que iban hacia el Poopó y se han desviado a minas y eso ha contaminado aguas y además las aguas se han perdido. A ello se suma el crecimiento grande de las ciudades a consecuencia de un virulento auge del mercado de tierras en los centros urbanos.
MARKO ANDRADE, FÍSICO UMSS.
El último trabajo que se ha hecho al respecto (del cambio climático) es del año 2012. Es un trabajo que hicieron investigadores holandeses, principalmente enfocados en el altiplano boliviano. Ellos han llegado a la conclusión que la sequía se venía ya, pronto, a corto plazo. Eso lo reportaron en 2012 (…) El estudio decía que la sequía iba a ser fuerte en el altiplano y por la misma razón habrían inundaciones en del oriente (…) Este estudio aparentemente no conocía el Gobierno. Nosotros nos hemos involucrado recién.
JHON ZAMBRANA, AMBIENTALISTA.
En la práctica, el discurso de protección a la Madre Tierra del Gobierno no se ha cumplido. Por ejemplo, uno de los artículos transitorios de la Ley de la Madre Tierra establece que esta entra en vigencia a partir de la aprobación de un reglamento; sin embargo, ese reglamento no se aprobó desde el 2014, por lo tanto, esa Ley de la Madre Tierra no está vigente. En el discurso hacia afuera, Bolivia defiende la Madre Tierra; pero, internamente, vulnera sus leyes (…) No se priorizó el tema ambiental, porque prefiere hacer obras que se puedan ver y entregar como escuelas, postas.
ROCIO GUZMÁN, FÍSICA. UMSS.
Este “Atlas Climático de Bolivia” va a resolver muchos problemas. Incluso aporta información a otro tipo de estudios (…) en función a los resultados, uno ya puede prever cuáles son las medidas que debe tomar para preservar fuentes (…). Estamos trabajando con el modelo regional que se llama REGM-C4 que es un modelo desarrollado por el Centro de Investigaciones Físicas, con sede en Italia. Ellos desarrollaron el modelo climático. A partir de este modelo climático, hemos obtenido ya series de datos de hace 100 años, es decir, hemos regenerado las series de datos y ahora estamos analizando las series de datos.
INVESTIGADORES DEL DEPARTAMENTO DE FÍSICA DE LA UNIVERSIDAD
Elaboran atlas climático y prevén alza de temperatura
El Departamento de Física de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) inició uno de los proyectos más importantes para Bolivia. Se trata de la creación de un atlas climático de Bolivia que permitirá conocer cómo evolucionará el clima, la tendencia del cambio climático, y qué se espera para los próximos 10 años, informó la investigadora Rocío Guzmán. El proyecto concluirá en dos meses.
La UMSS obtuvo la serie de datos de hace 100 años. El trabajo será realizado con el modelo regional REGM-C4, que fue desarrollado por el Centro de Investigaciones Físicas (ICTP), con sede en Italia.
Uno de sus primeros análisis se enfocó en el lago Poopó, donde concluyeron que cada 40 años se repite un periodo cíclico de sequía y uno de inundación. “Para el 2016 coincide la época de sequía del lago Poopó. Entonces se prevé que en unos 40 años, nuevamente, el caudal debería aumentar”, dijo Guzmán. En Cochabamba, los análisis se centrarán en Alalay.
Conclusiones PNUD
1.- Bolivia es uno de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático.
2.- La temperatura en la cordillera tropical andina subió entre 0,10° y 0,11°C por década desde 1939. El ritmo del calentamiento incrementó en los últimos 25 años entre 0,32° y 0,34°C por década. En la zona amazónica subió en 0,08°C por década entre 1901 y 2001. De acuerdo a datos de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), citado por el PNUD hasta 2030 la temperatura ascenderá de 1 a 2 grados y hasta 2100 de 5 a 6 grados. Ante esta realidad, los incendios incrementarán.
3.- Respecto a eventos climáticos, en el oriente habrá deslizamientos e inundaciones. En la cordillera oriental, tierras bajas del sur, llanos orientales y el Beni fuertes lluvias, acompañadas por deslizamientos, aludes torrenciales, desbordes de ríos e inundaciones. En el altiplano, heladas, déficit de precipitaciones y granizadas. En la Amazonía, frecuencia de tormentas tropicales y déficit en la precipitación.
Cochabamba
Andrade, informó que Cochabamba es un valle semiárido y la tendencia es a “agravarse”. De acuerdo a los datos que el Departamento de Física de la UMSS monitorea desde 2009, la temperatura incrementó de 0,3 a 0,5 grados Celsius.
“Allí hay que ser cuidadosos porque en las zonas áridas lo que se nota es un incremento de aridez, mientras que la región tropical, la lluvia”, señaló.
Una de las consecuencias es la pérdida de fuentes de agua. Según un análisis de series temporales de temperatura de 55 años, entre 1949 y 2004, el Departamento de Física concluyó que en Cercado la temperatura subirá en 1 grado en 30 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario