Los funcionarios públicos que asistieron a la concentración a favor de la reelección de Morales solicitaron permiso y otros fueron declarados en comisión.
Página Siete/Beatriz Layme / La Paz
Bajo la consigna "Evo para siempre”, miles de militantes y también funcionarios públicos se concentraron en la histórica plaza de San Francisco en apoyo al presidente Evo Morales, para que su fotografía no esté ausente en la papeleta de sufragio de las elecciones de 2019. La lluvia de los llamados "billetes de la corrupción” y el control de asistencia fueron dos de los hechos que resaltaron en la movilización.
Desde tempranas horas, con un estricto control de asistencia, cientos de campesinos, gremiales, transportistas, juntas vecinales y otros sectores descendieron desde la ciudad de El Alto. Los distintos sectores estuvieron identificados por sus estandartes y "pasacalles” que llevaron una numeración para preservar orden y controlar la asistencia.
Mientras ello ocurría en la caravana, en la plaza San Francisco ultimaban detalles en las dos tarimas (cada una de cinco metros de largo, aproximadamente). Éstas fueron adornadas con globos de los colores del MAS, además de gigantografías con imágenes del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera. El equipo de sonido constó de más de 20 parlantes gigantes.
Los primeros en llegar fueron los cooperativistas mineros y los productores de la hoja de coca de los Yungas de La Paz, quienes se acomodaron en primera fila, a los pies de las dos tarimas. Sus dirigentes, aprovechando que aún faltaba mucho para el acto central, anotaron en un cuaderno los nombres de sus afiliados.
Nelson Nina, representante de un sector cocalero de la localidad yungueña de Coripata, denunció el lunes que sus bases eran obligadas, bajo sanción, a participar en la marcha que convocó el MAS para mostrar su apoyo a la reelección de Morales.
En una visita que realizó ayer Página Siete al Palacio de Comunicaciones, que aglutina a varios ministerios y entidades estatales, se evidenció que varios funcionarios dejaron sus labores para sumarse a la marcha de apoyo a la reelección. Hubo servidores públicos que solicitaron permiso, otros fueron declarados en comisión.
El viceministro de Vivienda, Javier Delgadillo, minutos antes de incorporarse a la movilización, explicó: "Hemos invitado a todas nuestras organizaciones, afiliados, a todos los simpatizantes que estén en este proceso de transformación y las personas que logren sumarse a esta movilización por su puesto lo van a hacer de todo corazón”.
A las 10:40, una ráfaga de petardos anunció la llegada de los marchistas que descendieron de El Alto e ingresaron a la Plaza Mayor por la avenida Montes. Al otro extremo, por la avenida Mariscal Santa Cruz, arribaron las juntas vecinales de La Paz, cocaleros y funcionarios de las diferentes entidades del Estado.
No obstante, a la altura del Obelisco, colectivos ciudadanos lanzaron a la caravana que hacía su paso por ese lugar los denominados "billetes de la corrupción”, en cuyos "cortes”, además de las caricaturas de Morales, García Linera y de otras autoridades, se leían los nombres de los casos de corrupción que se registraron en el último tiempo, y cada uno llevaba la leyenda "Voto nulo”, entre otros detalles.
Los asistentes, sorprendidos, comenzaron a coger a empujones los billetitos y al ver con detalle, observaron las caricaturas de las autoridades masistas y hasta de exministros como Hugo Moldiz y Juan Ramón Quintana. Algunos marchistas, cual si fuera dinero real, se lo guardaron, otros lo devolvieron al piso.
"Evo es el único para seguir adelante con el proceso de cambio. Hemos tenido 11 años de Gobierno y tuvimos una estabilidad económica que nos ha permitido vivir tranquilos después de muchos años de angustia con el neoliberalismo”, dijo molesto uno de los asistentes al ver los "billetes de la corrupción”.
En el palco, el presidente del Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas de La Paz, David Huayhua, dijo que no importa lo que diga la oposición porque la reelección de Morales ya está confirmada, porque "el pueblo y los más de 15.000 productores de los Yungas apoyamos a nuestro Presidente”.
Ante miles de militantes, que enarbolaron la bandera del MAS y la tricolor boliviana (casi no se vio la wiphala), los dirigentes lanzaron efusivos discursos de apoyo a la reelección.
"Aquí hay más de 100 mil corazones que respaldan a Evo Morales. Esta es una movilización de voluntad popular”, dijo el ministro de la Presidencia, René Martínez, quien sostuvo que esperarán pacientemente la decisión del Tribunal Constitucional sobre el recurso que planteó el MAS para habilitar a Morales para los comicios de 2019.
Mientras seguían los discursos, varios asistentes en bloque se alejaron y en calles aledañas sus dirigentes les entregaron su ficha de asistencia. Los afiliados a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia transcribieron a mano en sus libros de actas la convocatoria a la gran concentración de apoyo a la reelección de Morales, y cada uno estampó su firma.
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