jueves, 3 de noviembre de 2016

Protestan con ataúd de adolescente quemado

Familiares de Javier Canchi protestan con el ataúd de la víctima en la EPI-Sur, ayer. | José Rocha
La Policía emitió varias órdenes de aprehensión para dar con los autores del asesinato de Javier Canchi Choque (17), el hijo de una familia de migrantes de Bolívar que llegó a la ciudad hace 14 años, quien murió quemado con gasolina luego de ser golpeado y maniatado por cinco integrantes de la pandilla Teddy Boys, entre ellos su enamorada, en Sivingani, informaron ayer familiares y el comandante de la Policía, Elvin Baptista.

Los pobladores llegaron con el ataúd de Javier Canchi hasta la EPI-Sur para pedir justicia. La víctima era el menor de tres hermanos y estaba en cuarto de secundaria en la unidad educativa Antonio Díaz. Sus compañeros lo recuerdan como un joven alegre y deportista. “No sabíamos que tenía chica, no la conocíamos a Delia, pedimos justicia”, dijo un compañeros.
Sus padres seguían en shock ante la crueldad del asesinato de su hijo por involucrarse con una integrante de una pandilla.
La víctima fue enterrada ayer en el cementerio de Pucarita. Su madre se lamentaba y no dejaba de llamar a su hijo muerto “guagüitay”. Los dirigentes pidieron a la Policía dar con los asesinos, uno de ellos identificado como René y presuntamente detenido el domingo y luego liberado. Sin embargo, el inspector general Freddy Fernández negó que se haya dejado ir al sospechoso.    
Los estudiantes dijeron que en Sivingani hay por lo menos cuatro pandillas: Los Villa Locos, Cartel Central, Mara Santos y Teddy Boys. Mientras agonizaba la víctima dijo que “El Sapo” y Delia lo atacaron. “Este René es un joven que no tiene padres y siempre anda amenazando a todo el mundo”, dijo una mujer.
Por otro lado, la investigación por el linchamiento del conductor de trufi, Adalid Encinas Rojas, avanza y la Felcc aseguró que se han detenido a tres dirigentes de K’ara K’ara.
Sus familiares anunciaron que llegarán hasta las últimas consecuencias para que los autores sean sancionados y que conocieron que los sospechosos se hacen llamar “los kakachacas” por la agresividad con la que actúan.
En tanto que los vecinos de Villa Sebastián Pagador saquearon el local Oasis tras la muerte de Rubén Darío Ramírez Mamani (25), el domingo cuando éste intentó impedir un atraco. La gente relaciona la inseguridad con la actividad de estos centros. Por esta muerte está detenido Álvaro Apaza Choque (18).
La Defensoría del Pueblo condenó la violencia y dijo que asistirá a las víctimas. 

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