El subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) El Alto, Freddy Medinacelli, informó que una mujer y una bebé fueron halladas muertas dentro de las instalaciones de una guardería de niños de la zona Villa Esther, Distrito 12.
El Alteño
Los cuerpos de las dos personas fueron encontradas el pasado lunes a las siete de la noche, al lado de una estufa que estaba aún encendida, se presume que fallecieron por intoxicación con monóxido de carbono.
EDUCADORA.
Pese a que muchas unidades educativas y guarderías ingresaron en vacación de invierno desde el 2 de julio, la que funciona en la Iglesia luterana en Villa Esther continuó con sus labores cotidianas y por ello una de las madres dejó a su niña de 4 años al cuidado de la educadora, identificada como Lizeth Mamani (24), quien la recibió para cuidarla y entregarla a la seis de la tarde.
Como es costumbre, las madres que se benefician con el cuidado de sus hijos, decidieron dar una cuota extra para que la educadora continúe con sus labores diarias, al menos, por una semana más.
Ya por la tarde, la madre de la niña golpeó la puerta de la guardería pero nadie salió y por ello supuso que la educadora la llevó hasta su domicilio para entregarle a la niña.
DESAPARICIÓN.
Esperó por más de una hora, pero su niña continuaba pérdida, al igual que Lizeth. Posteriormente comenzó a buscarla y dijo a los vecinos que su hija había desaparecido y comenzaron a buscarla.
Preguntaron a las personas que conocían a la educadora, quien fue catalogada como querendona de los niños y muy responsable, pero nadie sabía de su paradero.
Después de dos horas de búsqueda, la madre solicitó a los responsables de la iglesia Luterana cooperar para ir hasta la casa de la joven mujer de 24 años y preguntar a dónde se llevó a la niña de cuatro años.
RECOSTADOS.
Después de contactarse con los miembros de la iglesia, la madre de la niña y otros vecinos decidieron ingresar a los ambientes de la guardería infantil. Al ir por uno de los pasillos se observó que la habitación estaba con luz y tras abrir la puerta hallaron los cadáveres de la educadora y la niña de cuatro años recostados sobre el piso muy cerca de una estufa que habían encendido para combatir el frío.
La madre al ver a su hija, a quien había buscado por varios lugares, corrió y la abrazó pero nada se pudo hacer para que reaccione y vuelva a latir su corazón y la trasladó hasta el Hospital Corazón de Jesús, pero todo fue vano. Entre tanto el hermano luterano tocó el cuerpo de la educadora que también se hallaba como si estuviera durmiendo, pero tampoco tenía signos vitales.
Los administradores de la iglesia Luterana y los vecinos, llamaron a la Policía para que se haga cargo del caso y realice el levantamiento legal de los cuerpos.
DESDE HACE UN AÑO.
Los padres de familia que se benefician con el servicio de la guardería, afirmaron que funciona desde hace un año y que la educadora “era una buena persona y nunca tuvo problemas de indisciplina o maltrato”.
Las vecinas solicitaron a las autoridades mantener el servicio ante el anuncio del cierre definitivo por la muerte de la mujer de 24 años y la niña de cuatro. El caso está aún en investigación por parte de la fuerza anticrimen y el inmueble fue precintado.
Mientras que los representantes de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia pedirán al Ministerio Público la investigación exhaustiva de ambas personas en la guardería particular.
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