martes, 2 de mayo de 2017

Cinco artistas exponen el rostro migrante de El Alto

La exposición reune pinturas y esculturas de los artistas reconocidos Adamo Mollericón, Jhonny Quevedo, Reinaldo Chávez, Braulio Condori y Edgar Cruz.

Página Siete / Anahí Cazas  /La Paz

Cinco artistas se unen para compartir su historia y hablar sobre el aporte de los migrantes a El Alto, la ciudad más joven de Bolivia. De alguna manera, estos creadores se definen a través de pinturas y esculturas como la expresión viva del fenómeno de las migraciones se han constituido en aporte fundamental en el desarrollo de la gestión cultural y artística de la urbe alteña.

La exposición, bautizada como "Migrantes”, se presenta hasta el 21 de mayo en las salas temporales del Museo Nacional de Arte. La muestra reúne obras de Adamo Mollericón, Jhonny Quevedo, Reinaldo Chávez, Braulio Condori y Edgar Cruz, artistas de reconocida trayectoria, quienes a partir de su trabajo también han consolidado, de alguna manera, la presencia alteña en diferentes eventos y escenarios del arte en el país. 

"Durante las últimas décadas, como resultado de procesos económicos que han dinamizado la migración interna, las principales capitales de Bolivia han visto crecer en torno a ellas nuevas e importantes ciudades. El ejemplo más emblemático de este crecimiento es el nacimiento y rápido desarrollo de la ciudad de El Alto. El tejido social de esta ciudad demostró tener una capacidad de organización social extraordinaria, pero además una presencia de gran fuerza en sus expresiones culturales”, dice la presentación de la muestra.

Según los curadores de "Migrantes”,  los cincos artistas son migrantes y han comprometido su vida profesional con la producción de arte, la formación artística, la promoción y la difusión de la cultura de esa ciudad. 

En la exposición se busca mostrar el proceso histórico de El Alto a través del desarrollo cultural gracias a los aportes personales e institucionales que han permitido a lo largo de los años la solidificación de la gestión cultural alteña. Por ejemplo, la creación del Museo Antonio Paredes Candia (29 de mayo de 2002), el aporte en formación de la Escuela Municipal de las Artes o la Creación de la Carrera de Artes de la UPEA (2000), además de desarrollo de la Fundación Wayna Tambo en diferentes ámbitos culturales (comunicación, teatro, difusión cultural y otros), o la Fundación Comunidad de Productores en Arte (Fundación COMPA).

Esta muestra en la que resalta el oficio como base de la expresión, está pensada como un homenaje a todas aquellas familias que desde diferentes puntos de la geografía boliviana han llegado a El Alto, para conformar con sus diversas culturas, este increíble tejido social y cultural que es hoy en día la ciudad de El Alto.

"La migración  se constituye en esta muestra en el hilo conductor del recorrido visual, en el que se establecen pilares fundamentales: las migraciones han tenido su origen desde la evolución de la humanidad, con el propósito de subsistencia y búsqueda de mejores condiciones de vida. Las migraciones constituyen un fenómeno social-económico que consolida el cambio de experiencias y vivencias de todo migrante, lo que genera movimiento e intercambio cultural, que globaliza lo local y  localiza lo global”, explica uno de los creadores.

En la propuesta participa Braulio Condori, quien presenta una serie de obras titulada "Flujo de realizaciones”. 

El artista a través de sus obras reconoce que su experiencia de migración de puna a la ciudad de El Alto ha significado un hecho social de ida y venida a este territorio, cruzando la frontera para que sus ideas y sueños fluyan y se constituyan en obras de arte que demuestran el traslado de un lugar a otro, como una alternativa de bienestar comparable a la difusión universalizada de toda expresión cultural como el caso de la música, la danza y otras formas de hacer arte. "Su paleta cromática a través de trazos pictóricos, permite identificar una tendencia impresionista en su arte, combinando la trama del lienzo con la profundidad de sus personajes que dan profundidad a su arte”, describe uno de los curadores.

En el caso del artista Edgar Cruz sus obras responden a su íntima subjetividad, en la que conviven emociones expresadas en los lienzos por la textura de su paleta y armonía de colores, provocando un homenaje a lo desconocido de nuevas etapas de vida por descubrir.  El migrante es el personaje principal de sus obras, que transita entre edificaciones monstruosas, grandes ciudades, calles incógnitas o en tardes grises, cuyo paso genera interrogantes y angustias difíciles de resolver, pero al mismo tiempo da paso a nuevas costumbres, ideologías y formas de conocer un nuevo territorio. Para este artista retornar al terruño es una recuperación nostálgica del ser.

Para Reinaldo Chávez el artista se constituye en un cronista de su tiempo, interpretando los acontecimientos sociales y culturales que las migraciones traen consigo mismas. Migrar significa para él fijar nuevas etapas de vida en un entorno social distinto, política y económicamente diferentes, que provoca rupturas familiares pero que transporta metas trazadas de generaciones jóvenes. Sus obras Su partida, Repatriados o Con una plegaria los mando son la plasmación de sentimientos y recuerdos del artista, que traza los pasos constantes de la búsqueda de bienestar de su entorno familiar cercano.

Los materiales combinados y la policromía enriquecida en sus diversas tonalidades dan paso a la abstracción de sus personajes migrantes, que generan texturas combinadas entre lo simple y lo complejo.

Su compañero, Adamo Mollericón se caracteriza por propuestas abstractas, que a través de amplios lienzos combinan iconografía andina con colores grises y cálidos, que dan forma a superficies representativas de tierras andinas conformadas por migrantes.  La técnica y los recursos pictóricos dan paso al misterio profundo en el que se manifiestan expresiones de libertad de todo ser viviente en el mundo terrenal.  "Dejar la tierra, transportando la propia identidad cultural, supone para el artista atravesar la franja del límite para constituirse en un protagonista más de nuevos saberes y desafíos. La contraposición de colores, el relacionamiento de figuras y la transposición de sentimiento, se constituyen en  la expresión sensible de su vivencia personal como migrante”, dice la presentación de "Migrantes”. 

Finalmente el trabajo de tallado en madera de Jhonny Quevedo permite al espectador un reconocimiento de la madre naturaleza por la diversidad y la nobleza del material. Este artista logra en cada una de sus obras tratar las migraciones íntimas de todo ser humano, en la búsqueda de nuevos relacionamientos y convivencias con la comunidad.


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