martes, 14 de marzo de 2017

Mujeres pobres y estudiantes buscan centros para abortar

Francisco Pereira / Pagina Siete. En El Alto se ayuda a las mujeres en extrema pobreza.

Algunos galenos del sector público de El Alto colaboran a esta población con la inducción al aborto, a condición de que usen métodos anticonceptivos.


Verónica Zapana S.  / La Paz

María  llegó hace tres semanas desesperada y sollozando  al centro de salud de su zona, un barrio alejado de la ciudad de El Alto. "Que me perdone Dios, pero no puedo tener otro hijo más.
 
Tengo siete y todos tienen menos de 15 años”, le dijo al galeno, quien preocupado la escuchó.

Ella le contó que su concubino es chofer y no quiere que use ningún método anticonceptivo "dice que eso es seguro para que yo no le sea infiel”, le relató.

El galeno -que prefirió mantener su nombre en reserva "porque estaría en riesgo su profesión y su libertad”-  contó  que a lo largo de sus "más de 25 años” de carrera   escuchó miles de esas historias. "Antes yo no quería aceptar ayudarlas, pero  el primer caso me conmovió tanto que terminé accediendo al clamor de esa niña de 15 años. Dije nunca más, pero siempre venían con una razón muy valedera para ella,  que me convencían”.

   Aseguró que cada mes  al menos dos mujeres -estudiantes o madres con muchos hijos- acuden a la consulta  para que las ayuden. "Muchas veces esas estudiantes son chiquillas de colegio que sienten frustración al ver sus vidas truncadas o las que ya están en los últimos años de carrera profesional y las mujeres que no tienen plata para mantener a sus hijos. Es dramático su dolor”, cuenta el profesional.

 Relató que él no puede practicar el aborto  porque sería ilegal, pero sí "les ayudo a inducir la interrupción del embarazo con pastillas”.

Contó que hace unos meses, la madre de una niña de 13 años llegó    de rodillas al hospital para  que ayuden a su hija que llevaba un embarazo de 13 semanas. Era de un hombre de 70 años que la violó. Ahora ella está con ayuda psicológica y él goza de libertad”, informó. 

Relató que tras todas las indicaciones, sus pacientes retornan al centro donde le realizan la limpieza. "Como es aborto en curso,   lo cubre el Seguro Integral de Salud”.

El médico explicó que aunque parezca cruda "esa es la realidad”, es mejor que esas mujeres se hayan atendido en su centro de salud a uno clandestino e  insalubre.

    El  Código Penal vigente,  indica que "el que causare la muerte de un feto en el seno materno o provocare su expulsión prematura será sancionado:   con privación de libertad de uno a tres años, si fuere practicado con el consentimiento de la mujer y con reclusión de uno a tres años, a la mujer que hubiere prestado su consentimiento”. En tanto, la propuesta de ley del Código Penal  incluye  ser estudiante, tener más de tres hijos y estar en situación de calle o pobreza como causas de aborto impune.  
 
 María  ahora ya no está embarazada, pero se hizo colocar un método anticonceptivo, el dispositivo intrauterino.
 
Razones para modificar el  Código Penal
  • Reducción de abortos  Según el presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, con la propuesta de ley del Código Penal se pretende  reducir los abortos clandestinos, ya que actualmente cada año fallecen entre 50.000 y 60.000 mujeres por esta causa.
  •  Decisión de cuerpo  Esta norma también prevé que las mujeres puedan decidir por su cuerpo y que se les garantice centros de salud salubres, ya que actualmente estas intervenciones se las realiza en espacios inhumanos e insalubres.
 
Las pastillas abortivas son las que más se ofrecen en centros
Las pastillas abortivas son las  que más se ofrecen en los centros de salud de la Garita de Lima. Esto, pese a  que no son 100% efectivas.

  "¿Qué requiere?”,  increpa una mujer a una muchacha que temerosamente ingresa a uno de los centros de salud, que está en los al rededores de la plaza 14 de Septiembre, o más conocida como Garita de Lima.

La muchacha le responde que acudió al centro porque vio el letrero de test de embarazo y que quizá le ayudaría porque llevaba un embarazo de dos meses.

La mujer que la atiende en el centro le dice que como es menor de 17 años, sólo le puede ayudar  con las pastillas. "Te doy cinco en 400 bolivianos, aunque no es 100% efectivo, puede tener complicaciones”, le advierte.

  Unos pasos  más abajo, en otro centro de salud le dijeron que le costaría 1.000 bolivianos, con anestesia general y que no sentiría nada. "Durará media hora”.
 En el recorrido que este medio hizo por dos cuadras de la avenida Buenos Aires y Tumusla se contaron al menos 15 centros con letreros de "test de embarazo”.

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