VIOLACIÓN. El padrastro abusó de las víctimas desde que eran unas niñas de seis y nueve .
Durante ocho años dos adolescente fueron vejadas sexualmente por su padrastro que para callarlas les daba dinero o accedía a comprarles algo de ropa o zapatos. La confianza de una de las víctimas con una compañera desató una trama que llevó a la cárcel al sujeto, quien podría ser condenado a una pena de 20 años de prisión.
Correo del Sur
La información fue brindada por el responsable de la Defensoría del Distrito Municipal 3, Paolo Romay, quien precisó que tras conocerse la denuncia, el sospechoso fue aprehendido el domingo y llevado a una audiencia de medidas cautelares el lunes.
La jueza 2º de Instrucción en lo Penal de la Capital, Cinthia Zambrana, ordenó la detención preventiva del sujeto por considerar que con probabilidad es autor del delito de violación a niña-adolescente.
La semana pasada, cuando estaba en clases, la adolescente de 14 años le contó en confianza a su amiga lo que su padrastro estaba haciendo con ella y su hermana de 17: las violaba las veces que quería aprovechando que la madre no estaba en casa. La última vez ocurrió el domingo 7 de octubre; cuando el hombre de unos 45 años de edad mandó a comprar huevos a la hermana mayor y atacó sexualmente a la menor.
La víctima contó a su amiga el triste episodio le pidió que no avisara a nadie, pero ante la gravedad de la situación la confidente habló con una maestra del establecimiento, quien no dudó en denunciar el ilícito en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
El equipo multidisciplinario del D-3 se hizo cargo de la situación y en las entrevistas psicológicas las colegialas detallaron el abuso que sufrían desde que tenían seis y nueve años. El agresor era el padrastro que convivía con su madre con quien procreó otros hijos. Transcurrieron ocho años desde la primera agresión sexual para que todo se llegara a descubrir.
Romay dijo que con el padrastro tras las rejas, no existe seguridad de que la madre no intente influenciar “negativamente” sobre sus hijas debido a que ni siquiera asistió a la audiencia cautelar, por lo que las internaron en un centro de acogida. Ninguna de las víctimas está embarazada, aclaró.
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