lunes, 22 de octubre de 2018

119 militares cuidan a Evo y el nuevo Palacio; denuncian trato diferenciado


59 velan por la seguridad del Presidente, 47 resguardan la Casa del Pueblo y 13 trabajan en la Casa Militar. El grupo a cargo del nuevo Palacio dice que no recibe bono, almuerzo ni catres para dormirPágina Siete 

Desde que se inauguró la Casa Grande del Pueblo, 119 efectivos cuidan a esa edificación y al Jefe de Estado. Del total, 59 velan por la seguridad del presidente Evo Morales, 47 resguardan la nueva edificación y 13 trabajan en la Casa Militar.

Según documentos y testimonios a los que accedió Página Siete, los militares que brindan seguridad al nuevo Palacio (47 efectivos) -que conforman el denominado Grupo de Seguridad Física, Control y Monitoreo- denuncian un trato diferenciado respecto a quienes cuidan a Morales (59 efectivos).

Los denunciantes aseguran que no perciben un bono de 1.800 bolivianos mensuales; tampoco almuerzo diario; ni catres ni colchones para dormir, beneficios que sí recibe la guardia presidencial.

Los efectivos que se encargan de la seguridad del Jefe de Estado -y del Vicepresidente- pertenecen a la Unidad de Seguridad para Altos Dignatarios de Estado (USDE), creada mediante el Decreto Supremo 3028 el 21 de diciembre de 2016.

La orden de destinos

El 28 de diciembre de 2017, mediante la orden general de destinos 53/17, se designaron 13 efectivos para la Casa Militar, 59 para el cuidado del Primer Mandatario, de igual forma se destinaron a 79 militares para el resguardo del nuevo Palacio, quienes asumieron funciones el 1 de enero de este año.

No obstante, en el caso de la seguridad de la Casa Grande del Pueblo, el 18 de mayo hubo un “repliegue” de 32 militares, mediante un radiograma (orden de cambio de destinos por faltas), lo que redujo la cantidad de uniformados -de 79 a 47 efectivos- del grupo encargado de resguardar la nueva edificación.

¿A qué se debió esa decisión “A supuestas faltas, atrasos que cometimos, pero no era cierto. Lo que pasa es que ya habíamos reclamado bastante sobre el almuerzo y el bono”, comentó uno de los guardias.

Seguridad del nuevo Palacio


Visten traje negro o azul, una corbata roja o celeste y llevan colgada del cuello una placa de identificación. Una parte de este grupo, que trabaja en la Casa del Pueblo, se encarga de la entrega de pases y de la revisión de carteras y mochilas de los visitantes.

Otra parte del personal está a cargo de recorrer y vigilar los pisos del edificio, aunque tienen restringido el acceso al “área presidencial”, que comprenden los pisos 22, 23 y 24 (donde se ubica la suite del Presidente), contaron los uniformados a este medio.

“Nosotros trabajamos 360 horas al mes. Trabajamos día por medio. Entramos a las 19:00 y salimos a las 19:00 del día siguiente. Un grupo (de 23 efectivos) entra un día y al otro día entra el otro grupo (de 24 efectivos)”, contó uno de ellos.

Otro militar relató que los turnos de fin de semana también son intercalados entre los dos bloques de los 47 guardias que dan la seguridad al edificio. “Un grupo entra jueves de noche y sale domingo de noche y al otro fin de semana le toca al otro”, afirmó.

“El trabajo es pesado. Tenemos que estar todo el día parados, la puerta se abre y entra frío todo el tiempo”, lamentó. Agregó que a veces hasta en sus días libres son convocados para reforzar la seguridad de los actos oficiales que se efectúan en el nuevo Palacio.

Pero hay malestar en estos uniformados, quienes aseguran “estar acostumbrados” a trabajar de esa forma. Señalan que reciben “un trato diferenciado”.

El bono o incentivo

Según los efectivos que cuidan la Casa Grande del Pueblo, sus camaradas designados para la seguridad del Presidente y del Vicepresidente reciben un bono mensual de 1.800 bolivianos.

“Este bono se les paga a ellos directamente en sus cuentas y a nosotros no nos dan nada. Es muy injusto”, lamentó un militar de la seguridad del edificio.

El artículo 4 del Decreto Supremo 3028, de creación de la USDE, establece que los gastos de ese equipo “serán cubiertos al interior de los presupuestos institucionales (...) de los ministerios de la Presidencia y de Defensa”.

En un extracto bancario del salario de un efectivo del equipo “presidencial”, que sí recibe el beneficio económico, se observa que el 13 de junio de 2018 se le transfirió 1.827 bolivianos por concepto de “servicio unisueldo”; en la fecha 25 de julio se registra otra transferencia con el mismo monto y por la misma razón.

“Ganamos poco y ese bono nos serviría mucho para pagar el alquiler, porque nos vemos obligados a alquilar viviendas particulares con 1.500 bolivianos, más o menos, para vivir cerca a la Casa del Pueblo, porque nos llaman cualquier momento”, explicó un militar que pertenece al grupo de guardias del nuevo Palacio, cuyos integrantes ganan un sueldo que va de 2.000 a 3.000 bolivianos, según las boletas de pago a las que tuvo acceso este medio.



El grupo de los 59 efectivos de seguridad presidencial también se divide en dos para trabajar día por medio; 30 efectivos un día y 29, al otro. En la cocina de la Casa del Pueblo se preparan 30 almuerzos diarios, que son distribuidos entre quienes cuidan el área presidencial del nuevo Palacio y la residencia de San Jorge, explicaron los denunciantes.

“Pero nosotros no tenemos almuerzo. Todos los días tenemos que ir a la cocina (de la Casa Grande) para ver si sobra algo de comida y a veces el cocinero nos dice: ‘va a sobrar 10 platitos’ y entonces pedimos esas sobras para que al menos coman parte de nuestro personal. Cada día tenemos que mendigar la comida, no puede ser”, dijo molesto un uniformado del nuevo Palacio.

“Es así que a mucha presión se consiguió que nos dieran 15 almuerzos por día de las sobras que quedan, pero el resto (del grupo de turno) tiene que comer como pueda”, contó otro informante.

Este detalle consta en la “Relación Nominal del 2do Grupo de Guardia-Almuerzo”, en la que figuran 15 nombres de uniformados de distintos grados.

Las camas y colchones

“El otro problema es que tenemos que dormir en el piso, en colchones viejos y sucios”, dijo otro militar, mientras mostraba una fotografía del lugar donde duermen en la nueva edificación.

El 15 de mayo, el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, organizó una visita de periodistas al nuevo Palacio y mostró los ambientes destinados a ser dormitorios de estos efectivos. “Grandes y cómodos”, dijo entonces la autoridad. No obstante, según los militares de la Casa del Pueblo, ellos se ven obligados a pasar la noche “en el piso y con dos frazadas”, porque no tienen catres.

En las fotografías que los denunciantes hicieron llegar a este matutino se ven colchones con manchas de tierra y con la tela desgastada.

A mediados de septiembre se les entregó 23 catres, “prestados del Ministerio de Educación”, refieren los denunciados. “Pero el viernes (12 de octubre) se llevaron nuevamente los catres y nos toca dormir nuevamente en el piso”, relató un militar, quien hizo llegar a este medio imágenes en las que se ve colchones en el piso y catres de fierro apilados, “para luego ser trasladados”.

“Estamos cansados de que nos traten así. Según ellos, somos el país con más crecimiento (económico) en la región, pero nos tienen viviendo así”, lamentó un efectivo.

En una rueda de prensa del 25 de septiembre, Rada fue consultado por este medio sobre estas denuncias. “No, sobre temas que tienen que ver con el Ministerio de Defensa no me voy a pronunciar... No tengo esa información que usted refiere”, dijo.

Uno de los uniformados del Palacio dijo que “sólo pedimos que se nos trate igual”.

Al cierre de esta edición se conoció que autoridades militares -ante el conocimiento de esta publicación- iniciaron trámites para mejorar las condiciones de trabajo del equipo de seguridad del nuevo Palacio después de nueve meses de reclamos de los uniformados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario