Conferencia de prensa tras conocerse el fallo. Foto: ABI
Tristeza, decepción y frustración son los sentimientos generalizado que se sintieron en Bolivia tras conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) negativo para las pretensiones de obligar a Chile a sentarse a negociar una salida soberana al mar. Sin embargo, políticos y ciudadanos ratificaron su convicción en la reivindicación boliviana y en insistir en una solución por la vía pacífica: el diálogo.
Erbol
En La Haya, el expresidente Tuto Quiroga, junto a Carlos Mesa y los agentes Eduardo Rodríguez Veltzé y Sacha Llorenti, sostuvo que era una decepción compartida por todos los bolivianos el que la sentencia de la CIJ no haya sido la esperada.
La decepción, en efecto, fue compartida por la ciudadanía. En los diferentes actos que se desarrollaron a lo largo del país para escuchar la lectura del fallo, se notó la frustración e incluso el llanto de varias personas al saber que una puerta para llegar al mar se había cerrado.
“Muy triste y doloroso porque ha sido injusto la decisión de La Haya ¿Qué vamos a hacer? Hay que seguir adelante, seguir insistiendo mediante otros mecanismos”, dijo un hombre de la tercera edad que escuchó el fallo en la plaza Murillo.
La tristeza fue replicado en el ambiente político, que como el resto de la sociedad aguardó con esperanza un resultado positivo.
“Estoy triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero nuestra reivindicación marítima sigue vigente. El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado”, expresó al respecto al líder de UN, Samuel Doria Medina.
El gobernador de La Paz, Félix Patzi, calificó de inesperada y funesta la decisión de La Haya. Antes de la sentencia, las autoridades nacionales había expresado su optimismo e incluso en su última declaración pública previa al fallo, Evo Morales expresó su seguridad de que había nuevas noticias.
El gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, sostuvo que el “fallo de La Haya marca el final de un ciclo y el principio de otro. Pero no puede cambiar la vocación marítima de los bolivianos”.
El vicepresidente Álvaro García Linera manifestó que si bien se cerró una puerta, hay muchas más que están abiertas.
El párrafo 176
Las autoridades bolivianas y el equipo de la demanda resaltaron que la Corte invocó al diálogo para resolver el enclaustramiento.
La CIJ hizo ese exhortó en el párrafo 176 de su fallo, que dice: “La conclusión de la Corte no debe entenderse como un obstáculo para que las Partes continúen sus diálogos e intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para abordar las cuestiones relativas a la situación sin salida al mar de Bolivia, cuya solución ambos han reconocido como un asunto de interés mutuo. Con la voluntad de las Partes, se pueden emprender negociaciones significativas”.
El presidente Evo Morales destacó ese párrafo que abre la vía del diálogo para solucionar el diferendo. No obstante, señaló que la resolución de este tema pasa por las autoridades a nivel regional.
Los expresidentes Mesa, Quiroga, y los agentes Rodríguez y Llorenti también resaltaron ese párrafo en la perspectiva de solución mediante el diálogo. Rodríguez sostuvo que el tema de la reivindicación no está cerrado para Bolivia, mientras que Mesa observó que con el proceso en La Haya por primera vez un tribunal internacional reconoció que hay tema pendiente de resolver con Chile.
En Bolivia, el gobernador Costas señaló que para la nueva etapa de relaciones con Chile “se necesitará de nuevas estrategias y de nuevos actores”, pero siempre con la unidad de los bolivianos.
En tanto, el gobernador Patzi propuso encarar las relaciones con Chile dejando de lado el lamento por el mar, sino analizar las facilidades que otorga el Tratado de 1904 y pedir que se cumplan.
El vicepresidente García, por su parte, ya anticipó que Bolivia evaluará otros mecanismos que brinda la Carta de Naciones Unidas para resolver las controversias y decidirá qué camino tomar.
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