martes, 31 de enero de 2017

Padres del colegio Ecológico Los Pinos restauran sillas

Virgilia Mamani / Página Siete. Las mamás examinan, clavan y arreglan las sillas, ayer.

Reclaman que además de comprar los materiales, realizan el trabajo que le corresponde a la Dirección de Educación de la Alcaldía de El Alto.
Página Siete / Virgilia Mamani /El Alto

Con  martillo, clavos y serrucho en mano,  padres y madres de familia de alumnos de la  Unidad Educativa Ecológico Los Pinos del Distrito 8 de la ciudad de El Alto se apuran a restaurar, refaccionar y reconstruir sillas y mesas utilizando retazos y saldos  de otros muebles en desuso.


"Este trabajo tiene que hacerlo la Dirección de Educación de la Alcaldía de El Alto antes del inicio de las actividades escolares, este lunes 6 de febrero, pero, como se puede comprobar, somos los papás quienes estamos reparando las sillas y mesas”, dijo Eusebia Vásquez, quien junto a otras mamás  escogía cuidadosamente las mejores piezas de madera de  una gran cantidad   amontonada contra un muro.

Allí los progenitores escogen los  trozos que aún "sirven” para armar más de 100 sillas y mesas, ya que este colegio no cuenta con el mobiliario suficiente.

Aproximadamente  20 papás mostraron a este medio los  clavos,  pegamento e instrumentos de  carpintería que traen de sus hogares o que compraron en su camino al citado colegio.

La señora Vásquez interviene de nuevo y  señala que  tiene tres hijos inscritos en esta unidad educativa.  "Me duele que pasen clases en estas condiciones. En todos los países la educación es lo más importante, pero al parecer en el nuestro no. Si en la ciudad estamos así, ¿qué será en el campo?” lamentó.


María, otra de las madres que hacía de carpintera, sujetaba su pollera con los dos extremos de su mandil para que no le estorbe al momento de trabajar midiendo las  tablas para luego cortarlas con el serrucho dependiendo del tamaño de la mesa o silla que   esté en proceso de reparación.  

Una vez que María toma  las medidas, clava las piezas de madera de un extremo a otro; sin embargo, a pesar de su esfuerzo y el  esmero     que pone a su  labor, ello no basta y la mesa queda inestable y desigual porque su tamaño difiere de las otras.

El resto del colegio tampoco está en buenas condiciones, hay goteras en la mayoría de las aulas y sus paredes están húmedas, el estuco se desprende por sí solo, lo mismo pasa con el tumbado y puede verse la paja sobresaliendo del techo. Los padres de familia temen que sus hijos sean lastimados por la caída de un pedazo de yeso.

 "Este reclamo ya es de conocimiento de la alcaldesa Soledad Chapetón, pero no existe la atención correspondiente. Nuestros hijos no pueden empezar la gestión escolar de esta manera .
 
La infraestructura está en pésimas condiciones”, dijo Andrés Lucana, presidente de la Junta Escolar de esta Unidad Educativa.


Ocho baños son ahora un grave foco de infección
 
En la Unidad Educativa Ecológica Los Pinos hay cuatro retretes para varones y cuatro para mujeres, en total ocho,  los cuales deben funcionar para al menos  1.500 estudiantes de los  niveles primaria y secundaria. Su estado se constituye en un foco de infección, sobre todo para las niñas, aseguró la madre de familia  Mariana Z., quien hacía la limpieza de esos mingitorios.

Algunas de las puertas de los baños tienen orificios y roturas al nivel de la taza, es decir, no hay ninguna privacidad para su uso.

 Los excusados están "parchados” por su mal estado. Estos baños colapsaron en 2016  porque todos estaban conectados.

"Las tazas en cualquier momento se pueden salir y las wawas se caen. Pedimos a la Aaalcaldesa que venga a ver cómo pasan clases los niños”, dijo Mariana.

 El año pasado, "por entrar a este baño, a uno de mis hijos  le dio una infección grave. El médico dijo que tenía hepatitis B. De ese modo las mamás tratamos de asear los baños pero no se puede”, añadió la madre.

 Las tuberías de desvío de heces están tapadas con tierra y papeles, los lavamanos no tienen  pilas y los urinarios para los niños están destrozados.

Las esquinas de los  techos de los mingitorios están humedecidas y en cualquier momento caen pedazos pequeños de estuco. Las puertas no tienen una aldaba o picaporte para cerrarlas.

  Esta escuela fue construida el año 2000, desde entonces no se hizo ninguna  reparación de los baños.  "Tienen que reconstruir el mingitorio”, reclamaron airados los padres que tienen sus hijos inscritos en ese colegio.

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