Página Siete. Afiliados a la Asociación Señor de Mayo protestan frente a la Fiscalía.
Comerciantes aseguran que hacían trabajos domésticos para no perder su lugar de ventas. El abogado de la denunciada afirma que su cliente es la víctima.
Página Siete / Sergio Mendoza / La Paz
Decenas de afiliados a la Asociación de Comerciantes Señor de Mayo "Libertad 9 de Septiembre” de El Alto marcharon ayer por el centro paceño para denunciar a su exdirigente, Wilma Bacarreza, quien -según ellos- los obligaba a hacer tareas domésticas y otros trabajos a cambio de que conserven sus puestos de venta.
"Cada una de nosotras debía ir un día entero, 24 horas, para lavar, limpiar y cocinar en su casa porque ella nos amenazaba con que si no íbamos nos quitaría el puesto de venta. Nos hacía atender sus tiendas, su baño público, sin ningún tipo de remuneración. Todo esto lo hicimos por un puesto de trabajo”, denunció Benita Vargas, dirigente de la asociación.
El secretario general, Agustín Orellana, contó que los hombres también fueron obligados a visitar el domicilio de la mujer para hacer trabajos de albañilería y otros quehaceres. "Ella se creía la dueña del pasaje donde vendíamos, cobraba la patente para la Alcaldía, pero ni pagaba y nos amenazaba con botarnos si no íbamos a su casa. Por eso se la expulsó con un voto resolutivo”.
La marcha llegó a puertas del Ministerio de Justicia y después a las del Ministerio Público para, en palabras de la abogada Paola Barriga, "dejar en evidencia que detrás de Bacarreza están sus familiares que ocupan altos cargos en el Órgano Judicial y ejercen influencias para encarcelar a los comerciantes y rechazar las denuncias que se presenta contra ella”.
La jurista dijo que "además de los abusos” Bacarreza inició procesos penales contra sus clientes que derivó en la detención preventiva de cinco personas, tres lograron salir y dos aún continúan en prisión.
Por otra parte, el abogado de Bacarreza, Oswaldo Zegarra, manifestó que las denuncias de abusos y esclavitud son infundadas, y prueba de ello es que nunca se presentó una querella por estos hechos contra su defendida.
"¿Por qué no denunciaron en su momento?, ¿por qué tuvieron que robar su mercadería, quemar sus pertenencias, amenazarla de muerte, agredirla y pegar panfletos contra ella?”, cuestionó Zegarra.
El jurista sostiene que hay evidencia de que el 4 de diciembre de 2015 los comerciantes quemaron su negocio en el pasaje Señor de Mayo, y que el 9 de diciembre entraron a su domicilio y destrozaron sus pertenencias, además de agredirla a ella y sus familiares.
Por ello se les inició procesos por robo agravado. Se imputó a 21 comerciantes y cinco fueron a prisión.
Respecto al supuesto tráfico de influencias, Zegarra afirmó que se presentó una denuncia ante la Fiscalía, ésta fue rechazada porque no había sustento.
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