Una menor fue enterrada clandestinamente tras haber muerto por desnutrición en el norte de Potosí. Tras su fallecimiento, se reveló su drama familiar puesto que tiene siete hermanos y sus padres prácticamente no tienen dinero para alimentarlos, informó la fiscal Mónica Correa a radio Pío XII de la Red ERBOL.
ERBOL
La fallecida tenía 13 años. Su cuerpo fue enterrado en un ataúd de manera clandestina en el cementerio del ayllu Sicoya, ubicado detrás de la Facultad de Agronomía de la Universidad Siglo XX del municipio de Llallagua.
Sus padres la enterraron la madrugada del domingo en forma discreta y sospechosa, por lo cual la Defensoría de la Niñez hizo una denuncia y las autoridades policiales y del Ministerio Público procedieron a la exhumación del cuerpo.
El cadáver fue exhumado el lunes. El médico Forense Leonardo Flores, quien realizo el examen externo al cuerpo de la adolescente, certificó que la muerte fue súbita con signos de desnutrición crónica. La familia se opuso a que se realice una necropsia.
La fiscal Correa, quien se entrevistó con la familia de la menor, manifestó los padres prácticamente “no tienen ni un centavo” y viven en condiciones precarias de extrema pobreza. “Esa familia no tiene dinero recursos para alimentar sus hijos inclusive”, manifestó.
Correa reveló la adolescente estaba postrada en cama alrededor de una semana antes de fallecer, debido a su desnutrición, pero sus padres no la llevaron a un centro médico alegando falta de dinero.
De acuerdo con la fiscal, se informó a los papás que hay atención médica gratuita, pero el padre argumentó que no siempre es así, puesto que se pide la compra de medicamentos.
La representante del Ministerio Público pidió a la Defensoría de la Niñez y a la población que se haga una campaña de solidaridad para esta familias, puesto que los siete hermanos de la adolescente viven en condiciones de extrema pobreza.
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