Wara Arteaga / Página Siete. Una escuela del D8 que no cuenta con el mobiliario suficiente.
En los distritos 7, 8 y 14 están las unidades educativas con mayores necesidades.
Pagina Siete / Wara Arteaga / El Alto
173 centros educativos se construyeron en la gestión del ex alcalde Édgar Patana (MAS) con el programa Mis escuelas dignas. De estas, 93 están paralizadas porque la administración edil de entonces no firmó contratos con las empresas.
El 2015, el gobierno municipal de esa urbe inició un proceso civil contra las empresas que trabajaron sin la firma de contratos y en esta irregularidad también están implicadas exautoridades, como Patana, y el responsable del programa Mis escuelas dignas. Se encontraron irregularidades en algunos contratos con las empresas que construyeron esas escuelas.
Desde ese año se paralizaron las obras de más de 90 escuelas. Algunas unidades no tienen muros, aulas, canchas, patio, baños o muebles.
La Alcaldía anunció que reanudará la construcción de las obras paralizadas cuando el juez dictamine la sentencia, así explicó Teresa Juaniquina, técnico de Infraestructura del gobierno municipal de El Alto.
La administración de la alcaldesa Chapetón observó que los contratos firmados en la gestión de Patana incumplen el Decreto Supremo 0181, de Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios.
Las unidades educativas más afectadas con este proceso legal están ubicadas en los Distritos 7, 8 y 14, según confirmó la responsable de Infraestructura educativa, Nancy Mamani.
Además, aseguró que se procura atender con lo más urgente a las unidades educativas del programa, por ejemplo que tengan baños.
A muchas escuelas no les alcanza el dinero asignado con el Plan Operativo Anual (POA), que se distribuye según la población estudiantil. Por ejemplo, una escuela céntrica, que además funciona en dos o tres turnos, puede percibir hasta 250 mil bolivianos para financiar obras u otras necesidades. En la mayoría de los casos estas escuelas requieren la construcción de laboratorios, tinglados, compra de muebles o la ampliación de las baterías de baños.
Por otra parte, un centro educativo relativamente nuevo de alguna zona periférica, que no cuenta con gran número de estudiantes, recibe 20.000 bolivianos, monto que cubre la edificación de dos aulas y algunos muebles.
"El crecimiento vegetativo se observa en las unidades de los distritos alejados. Ahí se aumentan estudiantes. Necesitamos infraestructura y mobiliario”, agregó Mamani.
Este año, la Alcaldía tiene previsto invertir 127 millones de bolivianos para el área de seguridad, según el POA 2017 ajustado.
"Cada unidad educativa tiene diversas necesidades. El POA es mínimo; en algunos casos no abastece para concluir un proyecto”, dijo Mamani. La encargada de Infraestructura aclaró que se priorizan necesidades.
El Alto cuenta con más de 300 infraestructuras educativas, según datos de la Alcaldía.
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