Fotos: Víctor Gutiérrez / Página Siete. Vecinos deben interceptar los camiones cisternas para obtener un poco de agua.
¡Esperen! grita doña María Quispe agitando los brazos en alto en medio del ingreso principal a Taipichullo, colindante con Huajchilla. Con baldes y bidones sus vecinos salen para interceptar a una cisterna que lleva agua para recargar la geomembrana instalada en la plaza principal y de la que muy pocos se abastecen, pues tiene mal olor y sabor.Página Siete/ Leny Chuquimia / Taipichullo
Desde que empezó el racionamiento en La Paz, Taipichullo, Haujchilla, Lipari, Carreras y otras comunidades pequeñas del municipio de Mecapaca han recibido agua por cañerías durante sólo ocho horas durante 40 días. A falta del líquido muchos optan por tomar agua del río.
"Si no los agarrábamos se iban a pasar directo y no vienen seguido”, afirma doña María en su tienda de barrio, desde donde telefonea al sus vecinos para que salgan a recibir agua. "Yo tengo algo de suerte porque estoy sobre la avenida, pero los de las calles de atrás no reciben nada, los cisternas no entran ahí y además pasan sin avisar”, lamenta.
A pesar que la administración de agua potable en este sector está a cargo de la cooperativa Lihuajtaypi, el suministro por red se ha cortado desde que empezó la crisis de agua en 94 zonas de la hoyada. La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) es la que abastece del líquido vital a la distribuidora local.
"Nos revenden el agua y por eso cuesta más caro”, asegura Luis Antequera, uno de los vecinos.
Sus facturas oscilan entre los 80 a 120 bolivianos de consumo. Este monto no cambiará este mes, a pesar que no recibió agua desde el 8 de noviembre. "Nos han dicho que igual tenemos que pagar la factura”, dice.
EPSAS explicó a los vecinos y a la cooperativa Lihuajtaypi que el suministro para su distribución local corresponde junto con la Zona 1, es decir cuando Mallasa y Jupapina cuentan con el suministro. Sin embargo, esta orden no se cumple. En todo este tiempo las redes fueron habilitadas apenas por una a dos horas diarias entre el 5 y 9 de diciembre.
"Son como máximo ocho horas de suministro en más de un mes”, explica otra de las vecinas Alejandra Roldan.
Para abastecer a estas comunidades de Mecapaca, el Ejército en coordinación con el Gabinete del Agua ha instalado tanques fijos y geomembranas. Una de estas últimas, de 20.000 litros de capacidad, está ubicada en la plaza principal de Taipichullo.
El recipiente está al tope, pero muy pocos han hecho uso de éste.
"Primero algunos de los comunarios y dirigentes controlaban quién podía y cuánto podía recibir, pero después los mismos vecinos ya no han querido el agua porque tiene un olor y sabor a goma”, afirmó Antequera.
Ambos aumentan con las altas temperaturas y el tiempo en el que el agua permanece dentro del enorme bolso plástico. El sabor desagradable no se pierde ni al hervir el líquido ni al usarlo para preparar los alimentos.
"Es que no la usan, es por el sol y porque el envase es completamente nuevo”, replica un miembro del ejército que llega al lugar a verificar la reserva. "Vamos a tener que dar parte a las cisternas para que no vengan y usen la geomembrana”, comenta .
A esto se suma que en menos de un mes ya tiene un "pinchazo”. De nos ser reparado, puede reventar el depósito.
Durante los primeros días de la crisis de agua que enfrenta La Paz -y hasta hoy- muchos de los habitantes optan por ir a buscar agua del río Irpavi. La filtran con, arena pero no la potabilizan.
"Mejor sería traer cisternas pequeñas porque hay gente que no puede salir de esas calles. Son mamás y adultos mayores”, demandó doña María.
EPSAS pide a la cooperativa realizar queja por escrito
El presidente de la Cooperativa Lihuajtaypi, Teodoro Poma, buscó realizar ayer una reunión con el gerente de Operaciones de EPSAS, Iván Sarmiento, para denunciar que hace 42 días no reciben el líquido para su posterior distribución, pero la empresa le pidió que haga la queja mediante una nota.
Según lo explicado anteriormente a Poma, el agua debería llegar a los tanques de la cooperativa dentro del cronograma de distribución para las zonas de Mallasa y Aranjuez. Sin embargo, la previsión se incumple, por lo que los tanques de la red local se encuentran vacíos.
"He intentado reunirme para ver por qué no nos llega agua, pero no estaba el gerente de Operaciones. Nos reunimos con la licenciada Milenca Flores, quien nos ha manifestado que si no se está cumpliendo con la dotación por cronograma debemos hacerlo conocer el problema mediante de una nota directamente a Sarmiento”, indicó Poma.
Además se le explicó que la capacidad es insuficiente, por lo que la única salida que les dan es la de continuar con el abastecimiento por medio de cisternas. "Pero tengo cerca de 5.000 usuarios de los que muchos son adultos mayores que no pueden acarrear el agua o que están a distancias largas de la avenida central y las cisternas no entran hasta esos lugares”, manifestó.
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