Caracol TV. El coronel colombiano Bonilla durante el informe preliminar del accidente
La tripulación sabía que combustible no alcanzaba para el vuelo, pero el piloto no reportó la emergencia sino dos minutos antes de la caída, dice el informe.
Página Siete / La Paz
"Tenemos evidencia de que ningún factor técnico influyó en el accidente, todo está involucrado en un factor humano y gerencial”, dijo ayer el secretario de seguridad aérea de Colombia, Freddy Bonilla, en el informe preliminar sobre la caída del avión de la compañía boliviana LaMia, que causó 71 muertes. Señaló como causas a la falta de combustible y la alerta tardía del piloto.
Después de 28 días del accidente, el director de la Aeronáutica Civil de Colombia, Alfredo Bocanegra, y su secretario de seguridad aérea, coronel Bonilla, emitieron el informe preliminar. El avión boliviano Avro RJ 85 que cayó en el Cerro Gordo transportaba al club de fútbol Chapecoense de Brasil, periodistas y tripulantes.
Basado en los audios recogidos por la caja negra del avión, Bonilla informó que el piloto, el boliviano Miguel Quiroga, tenía información de la falta de carburante. Aseguró que él y el copiloto, Ovar Goytia, se plantearon aterrizar en Bogotá pese a "estar al límite de combustible” y no realizaron ningún requerimiento.
"Eran conscientes de las limitaciones de combustible que tenían. No era el adecuado ni suficiente”, dijo Bocanegra. La tripulación no hizo los reportes sino dos minutos antes del impacto.
"La aeronave tiene un sistema de alarma audible y visual que se activa y le notifica que está con poco combustible. Según el manual de la aeronave, cuando la alarma se activa es porque queda un promedio de 20 minutos de vuelo pero el reporte no se hizo”, añadió.
De acuerdo a la reconstrucción, ese momento apareció en escena el avión de VivaColombia que llegó a Rionegro desviado desde Bogotá por una posible falla de combustible. Los audios de la torre y el piloto revelan que esa emergencia fue reportada cuando el piloto de LaMia aún no había pedido prioridad para aterrizaje. La nave boliviana hizo un giro y un descenso sin autorización de la torre.
Según el informe, a las 21:49 la aeronave boliviana reporta su prioridad para el aterrizaje y activa su primer set de flaps para disminuir la velocidad. A ocho minutos de la tragedia, la controladora desvía a los otros aviones para evitar un choque y comienza el contacto con el piloto de LaMia para dirigirlo.
Cinco minutos antes del siniestro, a las 21:53, se apaga el motor número tres. 12 segundos después pasa lo mismo con el motor número cuatro. Menos de un minuto después el piloto se comunica con la torre, pero aún no informa sobre la situación. A las 21:54 activa otros flaps, el tercer set, y baja el tren de aterrizaje.
La torre de control da instrucción para ir hacia la pista. Le pregunta si requieren algún servicio en tierra adicional, pero el piloto dice: "Por ahora no”. Dado el caso, "los reportaría más adelante”. En ese momento se inicia el apagado del motor número dos.
"La aeronave estaba con tres motores fuera y no lo reportó. Tres minutos y 45 segundos antes del impacto el avión está sin potencia porque se apagan los cuatro motores”, aseveró Bonilla.
A las 21:57:29, dos minutos antes del impacto, la tripulación se declara en emergencia por "falla total eléctrica”, "sin combustible”. Se pierde la señal de radar. "El impacto fue a una velocidad de 230 kilómetros por hora”.
Vuelo irregular
- Altura El coronel Bonilla explicó que el avión estaba certificado para volar a más de 30.000 pies de altura, pero las autoridades encontraron que dicha certificación no existía y sólo tenía permiso para volar hasta 28.000. "Aasana autoriza sin la certificación el plan de vuelo, no es correcto”, dijo.
- Parada El avión registró en Bolivia un plan de vuelo en el que debía hacer una parada técnica en el aeropuerto de Cobija y así se lo informaron a las autoridades, no se hizo. "No se cumplió el plan de vuelo”, aseveró. La tripulación obvió una escala para reabastecerse.
- Investigación Aclaró que Aasana no les permitió el acceso a las grabaciones entre el piloto y la torre de control.
Operadora del vuelo: Pudo ser peor
Yaneth Molina, controladora del aeropuerto colombiano José María Córdova durante el vuelo de LaMia, informó a la red Caracol que el accidente pudo haber sido peor sino se despejaba otras tres naves de la pista. Además, contó que el piloto del avión boliviano, Miguel Quiroga, desobedeció varias instrucciones.
"Lastimosamente fueron 71 personas (fallecidas). Muy terrible la situación, pero hubiera sido peor, pues había tres aeronaves demasiado cerca”, declaró Molina en un entrevista con la red colombiana.
La controladora de vuelos, con una experiencia de 22 años, informó que el avión boliviano descendió sin notificar. "Tuve que sacar las dos aeronaves de Avianca, darles un viraje muy rápido, para limpiarle el espacio aéreo a esta aeronave LaMia”, contó.
Agregó que el piloto de LaMia desobedeció sus indicaciones. "(Desobedecía) cuando le solicitaba que mantuviera su rumbo o el viraje. Él inició el regreso sin ningún tipo de autorización, ni nada”, aseguró.
Vuelo irregular
- Altura El coronel Bonilla explicó que el avión estaba certificado para volar a más de 30.000 pies de altura, pero las autoridades encontraron que dicha certificación no existía y sólo tenía permiso para volar hasta 28.000. "Aasana autoriza sin la certificación el plan de vuelo, no es correcto”, dijo.
- Parada El avión registró en Bolivia un plan de vuelo en el que debía hacer una parada técnica en el aeropuerto de Cobija y así se lo informaron a las autoridades, no se hizo. "No se cumplió el plan de vuelo”, aseveró. La tripulación obvió una escala para reabastecerse.
- Investigación Aclaró que Aasana no les permitió el acceso a las grabaciones entre el piloto y la torre de control.
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