Médico jhiery Fernandez. Foto: ANF
ANF
El médico Jhiery Fernández, condenado a 20 años de prisión en el caso Alexander, impugnó al fiscal departamental Edwin José Blanco Soria por encontrarlo incompetente para el cargo de fiscal general ya que cuando dirigió su caso lo acusó sin pruebas y no tomó en cuentas todos los descargos presentados por él en su defensa.
Fernández, en su impugnación, expone nueve razones para dar cuenta de la falta de idoneidad de Blanco para asumir una responsabilidad mayor.
“Me permito impugnar la postulación del abogado por ser una postulación que ofende y mella al valor de la justicia como principio, garantía y derecho en su máxima expresión”, se lee en el oficio presentado.
En la fundamentación de la impugnación el médico refiere que fue usado por Blanco como “chivo expiatorio para pagar la ineficiencia en la investigación penal”, ya que el fiscal validó un cuestionado peritaje forense.
El galeno responsabiliza a Blanco de haberle dado “muerte civil a raíz de la espeluznante primero imputación y luego acusación por el delito de violación que se hizo todo bajo su dirección funcional en calidad de fiscal asignado al caso”.
También impugna la candidatura del fiscal por haberle querido obligar a firmar una declaración incriminatoria “utilizando la presión e intimidación mediática y personal”.
Blanco “no respeto el derecho a la presunción de inocencia desde un inicio” y “gracias a sus instrucciones no se me permitió el acceso a una defensa amplia”.
El fiscal departamental también es impugnado por haber torturado con choques eléctricos a uno de los acusados en el caso y haber extorsionado a otra por un monto de 10.000 dólares para liberarla del proceso, entre otros puntos.
El caso Alexander inició con preconceptos de parte de las autoridades judiciales, que lo acusaron en todo momento sin pruebas. La entonces fiscal departamental, Patricia Santos, en un acto de clarividencia, aseguró que Fernández es el culpable de la supuesta vejación a Alexander, y que los resultados de ADN, que saldrían después, lo confirmarían. Días después los resultados lo liberaron de culpa.
Cristian Alanes, abogado de Fernández, remarcó que siempre denunciaron y establecieron durante el proceso que “tanto el doctor Blanco como los que han sido parte de la comisión que ha investigado el caso no han obrado con objetividad”.
Tras la sentencia a Fernández, la presidenta del Tribunal Décimo de Sentencia, Patricia Pacajes, admitió que se condenó sin pruebas científicas al médico por la supuesta violación del bebé Alexander.
Fernández, en su impugnación, expone nueve razones para dar cuenta de la falta de idoneidad de Blanco para asumir una responsabilidad mayor.
“Me permito impugnar la postulación del abogado por ser una postulación que ofende y mella al valor de la justicia como principio, garantía y derecho en su máxima expresión”, se lee en el oficio presentado.
En la fundamentación de la impugnación el médico refiere que fue usado por Blanco como “chivo expiatorio para pagar la ineficiencia en la investigación penal”, ya que el fiscal validó un cuestionado peritaje forense.
El galeno responsabiliza a Blanco de haberle dado “muerte civil a raíz de la espeluznante primero imputación y luego acusación por el delito de violación que se hizo todo bajo su dirección funcional en calidad de fiscal asignado al caso”.
También impugna la candidatura del fiscal por haberle querido obligar a firmar una declaración incriminatoria “utilizando la presión e intimidación mediática y personal”.
Blanco “no respeto el derecho a la presunción de inocencia desde un inicio” y “gracias a sus instrucciones no se me permitió el acceso a una defensa amplia”.
El fiscal departamental también es impugnado por haber torturado con choques eléctricos a uno de los acusados en el caso y haber extorsionado a otra por un monto de 10.000 dólares para liberarla del proceso, entre otros puntos.
El caso Alexander inició con preconceptos de parte de las autoridades judiciales, que lo acusaron en todo momento sin pruebas. La entonces fiscal departamental, Patricia Santos, en un acto de clarividencia, aseguró que Fernández es el culpable de la supuesta vejación a Alexander, y que los resultados de ADN, que saldrían después, lo confirmarían. Días después los resultados lo liberaron de culpa.
Cristian Alanes, abogado de Fernández, remarcó que siempre denunciaron y establecieron durante el proceso que “tanto el doctor Blanco como los que han sido parte de la comisión que ha investigado el caso no han obrado con objetividad”.
Tras la sentencia a Fernández, la presidenta del Tribunal Décimo de Sentencia, Patricia Pacajes, admitió que se condenó sin pruebas científicas al médico por la supuesta violación del bebé Alexander.
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