Algunos comerciantes buscaron otros sitios para vender. Unos dicen que se sienten “engañados”, otros afirman que las 20 provincias ocuparán el sitio.
Página Siete / Wara Arteaga / El Alto
Los comerciantes del mercado campesino de Villa Tunari en El Alto hablan entre susurros sobre los motivos por los cuales esa infraestructura aún no es utilizada pese a que fue inaugurada hace ocho meses. Hay temor a ser escuchados por otros vendedores y miedo a sufrir represalias.
En la inauguración de este centro de abasto, el presidente Evo Morales felicitó las gestiones realizadas por la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Originarias e Indígenas de Bolivia Bartolina Sisa para su construcción.
Un primer grupo lo constituyen personas que antes vendían en un galpón (donde luego fue construido el mercado campesino). El problema surgió después de que esos vendedores cedieran el terreno donde se asentaban para que ahí se construya un mercado modelo. Lo hicieron con la promesa de que tendrían puestos en la nueva infraestructura.
Otro grupo lo conforman aquellos que alegan que sólo les queda asentarse en las calles y, para eso, pidieron permiso a la junta vecinal. Tomaron esta decisión porque les informaron que de los 212 puestos del mercado campesino, 180 ya están destinados al uso de las 20 provincias. Un tercer grupo objeta que la construcción del mercado se hizo en terrenos en los que ellos se instalaron desde hace 20 años y consideran una injusticia que ahora los excluyan de acceder al mercado. Ellos aseguran no tener ningún dirigente , que la única autoridad es la representante de la Federación Bartolina Sisa, y alegaron que la junta de vecinos y otros comerciantes se oponen a la apertura del mercado.
"Nos pidieron que salgamos y que después de construir el mercado volveríamos a ingresar, pero hasta ahora nada. Nos sentimos engañados (por las Bartolinas)”, explicó una de las vendedoras que ofrece sus productos en puertas del mercado modelo, escondiendo su identidad.
Una de las comerciantes que viene de provincia y oferta todos los días, desde hace 19 años, en el antiguo tambo, señaló que debido a la incertidumbre varios productores se trasladaron a la terminal interprovincial de El Alto. "Éramos unos 40 vendedores, nos sacaron disimuladamente”, indicó.
Una persona que vive en el lugar dijo que la junta vecinal prestó las calles a los comerciantes que antes ocupaban el galpón, "era hasta que el mercado se inaugure, pero hasta ahora nada, por eso algunas se quieren quedar (en las calles), pues el mercado no abre”, aseguró.
Menos de cinco personas estaban ayer en el grupo que defiende la estadía de las 20 provincias en dicha construcción, sólo algunos puestos estaban abiertos. Se excusaron señalando que los productores no habían llegado todavía. "El mercado está cerrado porque los vecinos se oponen a que entre agua y alcantarillado”, explicó una de ellas. Alegó también que quien debe informar al respecto es Graciela Villca, ejecutiva de la federación Bartolina Sisa, pues al parecer los vendedores del lugar no tienen ningún dirigente. Ellos esperan la apertura del lugar para que las 20 provincias roten mensualmente al usar el mercado.
"Quieren que sea rotativo y están pidiendo cuotas, desde 10 bolivianos por día para las fruteras; para carniceros y comideros hasta 300 bolivianos por mes. No podemos permitir que ingrese agua o alcantarillado hasta que solucionen nuestra situación” explicó una de las autoridades del mercado. Recordó que ya hace dos años, el galpón se denominaba mercado campesino y se firmó un acta de conformidad, en la que se incluyen a alrededor de 280 vendedores, en el lugar, ellos ahora están en la calle.
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