Los médicos de la unidad aseguran que debido a la falta de equipamiento y material, “hacen lo que pueden con lo que tienen”. Requieren más personal.
Verónica Zapana S. / La Paz
Amarillentas y percudidas, así se encuentran las únicas cinco mascarillas para dar oxígeno que tiene la Sala de Emergencias del Hospital de Clínicas, las cuales deberían ser desechables, pero ahí las reutilizan desde hace años.
"Estas mascarillas, para dar oxígeno, están muy viejas. Teóricamente éstas deberían ser usadas para un paciente y luego desechadas, porque son como las jeringas, porque pueden transmitir infecciones, pero nosotros las usamos desde hace varios años”, dijo el médico de turno de la Unidad, Jaime Mancilla, quien mostró las mascarillas descoloridas y amarillentas que están colgadas en un trípode.
Al lado está una lámpara vieja. "Es de los años 70”, dice el galeno. Este equipo lo usan para iluminar las suturaciones y curaciones. "Por lo general este equipo lo usamos en la noche, cuando nos llegan apuñalamientos, cortes de gran magnitud y otros. Deberíamos tener cinco, pero sólo tenemos uno”, afirma el médico internista.
La información la dio ayer en el recorrido que organizó el Colegio Médico por dicha unidad. "Las condiciones son precarias y muy malas en la unidad. Por eso, hacemos lo que podemos”, remarcó Mancilla.
Mientras, dio unos pasos para mostrar una máquina aspiradora-un equipo para aspirar secreciones vía aérea en pacientes que se ahogan- que tiene unos 40 años. "Esta gomita -muestra la manguera que se coloca a la boca del paciente- deberíamos cambiarla con cada paciente porque es descartable, pero no la cambiamos desde hace años”, dice el profesional, quien al ser consultado sobre cuándo fue la última vez que renovaron ese dispositivo añadió: "No tengo idea”.
En la sala hay dos médicos de guardia, dos enfermeras, pero se requiere al menos el triple de ese personal ya que cuentan con 30 camas, aunque por lo general los pacientes que llegan a la unidad superan los 50 por día.
En la visita se observó algunas camas nuevas, pero también otras viejas y de fierro, que en algunos casos los colchones no se notan. "Están muy viejos”, añade el profesional.
La Unidad de Emergencias del Hospital de Clínicas, de tercer nivel, debería estar equipada con una sala exclusiva de laboratorio, además de contar con una sala de terapia intensiva y con rayos X. "No tenemos nada de eso”, dice, es más, los médicos internos (estudiantes) traen glucómetro, para medir la cantidad de azúcar o un oxímetro de pulso, para determinar cuánto oxigena el paciente al momento”, dijo. También mencionó que falta un electrocardiómetro.
Terapia intensiva está desmantelada y sin personal
La Unidad de Emergencias del Hospital de Clínicas no tiene sala de Terapia Intensiva, porque pese a que existe un equipo para ello, está desmantelado porque algunos insumos se los llevó a otra unidad ya que nunca se dotó de personal especializado para el área.
"Teníamos una unidad de terapia intensiva, pero el equipo fue desmantelado y algunos aparatos los llevaron a la Unidad de Terapia Intensiva del hospital. Eso porque no hay un especialista. Ahora en esa sala sólo se realiza para reanimación”, remarcó.
En la sala también hay un sólo monitor, pero requieren al menos cinco. Por eso la mayoría del seguimiento de los signos vitales lo hacen de forma manual.
Por su parte, el traumatólogo de la unidad, Víctor Hugo Méndez, explicó que a esa sala también llegan bastantes pacientes con: fracturas expuestas, amputaciones traumáticas, pie diabético a quienes se requiere hacer amputaciones. "Pero en la sala no tenemos sierra, por lo que les enviamos a los familiares a que se compren la sierra especial y con eso realizamos las operaciones” , remarcó el galeno.
La sala tampoco cuenta con medicamentos, sólo tienen sueros, lo que hace más difícil atender de forma rápida a los enfermos.
En ese ambiente también se observa una mesa que tiene a un lado una botella plástica donde se desechan las jeringas. "Deberíamos tener unos cajones especiales para botar ese material, pero como no tenemos, entonces reciclamos las botellas para desechar las jeringas”, relató el jefe de guardia de la unidad.
La Unidad de Emergencias del Hospital de Clínicas no tiene sala de Terapia Intensiva, porque pese a que existe un equipo para ello, está desmantelado porque algunos insumos se los llevó a otra unidad ya que nunca se dotó de personal especializado para el área.
"Teníamos una unidad de terapia intensiva, pero el equipo fue desmantelado y algunos aparatos los llevaron a la Unidad de Terapia Intensiva del hospital. Eso porque no hay un especialista. Ahora en esa sala sólo se realiza para reanimación”, remarcó.
En la sala también hay un sólo monitor, pero requieren al menos cinco. Por eso la mayoría del seguimiento de los signos vitales lo hacen de forma manual.
Por su parte, el traumatólogo de la unidad, Víctor Hugo Méndez, explicó que a esa sala también llegan bastantes pacientes con: fracturas expuestas, amputaciones traumáticas, pie diabético a quienes se requiere hacer amputaciones. "Pero en la sala no tenemos sierra, por lo que les enviamos a los familiares a que se compren la sierra especial y con eso realizamos las operaciones” , remarcó el galeno.
La sala tampoco cuenta con medicamentos, sólo tienen sueros, lo que hace más difícil atender de forma rápida a los enfermos.
En ese ambiente también se observa una mesa que tiene a un lado una botella plástica donde se desechan las jeringas. "Deberíamos tener unos cajones especiales para botar ese material, pero como no tenemos, entonces reciclamos las botellas para desechar las jeringas”, relató el jefe de guardia de la unidad.
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