Hoy reciben viviendas las 20 primeras familias de afectados

El fin de semana la Agencia Estatal de Vivienda realizó el registro de los damnificados. Foto:Marco Aguilar / Página Siete

Los dueños que cuentan con sus documentos de propiedad y no son dueños de otro inmueble en ningún otro punto del país pueden optar a este beneficio.

Página Siete

 Con la entrega de  departamentos  a 20 familias    comienza hoy    la donación de viviendas con tres dormitorios   construidas  por la Agencia estatal de Vivienda (AEV), beneficio destinado a  los propietarios que perdieron sus inmuebles en el deslizamiento de Inmaculada Concepción y San Jorge Kantutani. 

Los propietarios que cuentan con sus documentos de propiedad y no son dueños de otro inmueble en ningún otro punto de Bolivia pueden optar a este beneficio y habitar inmuebles en La Paz y El Alto.    

   “Van a ser por lo menos 20 familias   que van a salir mañana (lunes) durante el día (...), a los que aceptan y entran en esa solución este lunes  van a ir a ya habitar (los departamentos) y por lo tanto van a dejar las carpas”, indicó ayer  a Página Siete el  ministro de Defensa, Javier Zavaleta.       

Según remarcó  la autoridad, la entrega de viviendas se prolongará por lo menos  10  días porque se debe distribuir a  las familias propietarias en las ciudades de La Paz y El Alto, si cumplen  los requisitos y, por supuesto, si están dispuestas a recibir la donación,  ya que no es un beneficio  obligatorio.      
     
Este domingo, en horas de la tarde, el presidente Evo Morales visitó el campamento  de la cancha Fígaro   y anunció que hoy a las 8:00 partirá una caravana junto con  los propietarios beneficiados desde el campamento    a las viviendas que serán entregadas.

       “Lamento mucho, hace un momento  decía una hermana que  tenía  un edificio, no vamos a poder entregar edificio; pero un departamento con tres dormitorios a cada uno de ustedes  que perdió su casa, eso sí vamos a poder hacer”, aseguró Morales.   

Por su parte, reiteró que los inquilinos o anticrecistas que tengan un terreno serán beneficiados con la construcción de  una vivienda que estará a cargo de la AEV. El fin de semana, la Alcaldía se  comprometió a dar terrenos a las familias  que no los tengan para que se  viabilice la construcción de los inmuebles.

Por otro lado, Morales señaló que para los afectados que tenían créditos bancarios se buscará la forma para reprogramar el pago de la deuda. A fin de que se reunan con el  ministro de Economía, Luis Arce Catacora,  es necesario que este grupo de personas haga una nómina.

Asimismo, uno de los dirigentes pidió ayuda  al Presidente para que destine un monto millonario que se necesita para estabilizar la zona de Inmaculada Concepción y  San Jorge Kantutani, dinero que el alcalde Luis Revilla   habría comunicado que era urgente para  materializar este trabajo.   

El vecino no explicó  si la finalidad de esta obra es volver a construir en la zona, pero al respecto Zavaleta  señaló que una de las medidas urgentes es encapsular los residuos que pertenecían al relleno sanitario.   

 Sobre las expropiaciones  de las 22 casas que están en la   franja roja, Revilla informó ayer que una vez que se llegue a un acuerdo con todos  los propietarios que tengan papeles,  se iniciará inmediatamente el trabajo de demolición.  

      El fin de semana se realizó el registro de los damnificados.  Revilla indicó que  las fichas sociales de los afectados en el deslizamiento de Kantutani serán verificadas con los registros que elaboraron otras entidades gubernamentales y en una asamblea con los mismos vecinos.

 “Vamos a cruzar estos registros, vamos a hacer una asamblea con los vecinos para que podamos tener mucha claridad, para ver quiénes son   verdaderamente los afectados y quiénes tienen que recibir una solución”, aseguró el Alcalde de La Paz.

 Hasta hoy son 166 las casas  afectadas  por el deslizamiento. De ese número, 68  colapsaron, 22  deben ser demolidas, 26 están en una franja de  posible  demolición  y 53  han sido evacuadas de manera preventiva para resguardar la integridad de las personas. Los damnificados piden que las autoridades no los abandonen.