jueves, 16 de febrero de 2017

En Achacachi suspenden clases y se vive una relativa calma tras jornadas de violencia

Así quedo una de las casas afectadas por la violencia en Achacachi. Foto: Jorge Quispe

Los comerciantes de la habitual feria de los jueves instalaron algunos puestos de venta en la plaza principal. En una céntrica calle se encuentra el minibús quemado del alcalde Édgar Ramos como mudo testigo de la violencia

La Razón Digital / J.Quispe/C.Corz / La Paz

Una relativa tranquilidad se vive en la población de Achacachi, luego de dos jornadas de violencia por enfrentamientos entre vecinos y ponchos rojos. Las labores escolares fueron suspendidas y comercios permanecen cerrados, aunque en horas de la mañana se instalaron puestos de venta en la plaza principal por la habitual feria de los jueves.
El minibús quemado, el segundo de propiedad del alcalde Édgar Ramos, se encuentra en una calle céntrica como mudo testigo de la jornada de violencia de ayer. Una evaluación preliminar da cuenta de la quema de dos motorizados, destrozos y quema en dos casas del burgomaestre, en otra de una autoridad y en la de un dirigente vecinal.
También fue afectada la sede de los Ponchos Rojos.
El representante de Derechos Humanos de Achacachi, Johnny Casas, informó que los ponchos rojos ingresaron el miércoles desde diferentes puntos al centro del poblado en apoyo y defensa al alcalde Ramos, quien es cuestionado por vecinos debido a su gestión y a la, denunciaron, falta de un informe. Apedrearon casas a su paso y hubo saqueos de varios negocios.
Un grupo de 40 jóvenes, encapuchados o con el rostro pinto, participaron activamente en los hechos de violencia, relató Casas.
Ramos reapareció ayer y participó de una reunión con autoridades originarias. Acordaron trasladar las actividades de la Alcaldía a Warisata.
La Policía intervino y frenó el saqueo y destrozos en viviendas. Más de 400 uniformados fueron desplazados a la zona.
“Nos han sorprendido, nos han sorprendido desunidos”, sostuvo Casas para graficar la situación en la población, que este jueves intenta retomar la normalidad con la instalación, aunque en pequeña cantidad, de comerciantes que participan de la habitual feria de los jueves.
Las labores escolares fueron suspendidas, al igual que la dotación de agua por cañería ante rumores de envenenamiento no confirmadas.
La Policía, explicó, resguarda, el tanque de aprovisionamiento, sin embargo se optó por suspender la distribución de agua por cañería.

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