jueves, 7 de febrero de 2019

“Vamos a jugar arriba… vamos no te hagas más pesada”

La desgarradora fotografía de un bombero, que lleva a cuestas a una niña sin vida durante el operativo que se realizó en el lugar del deslizamiento en la carretera hacia Caranavi, el pasado domingo, muestra la magnitud de la tragedia en el lugar.
El Alteño
La imagen, tomada por el fotoreportero Javier Mamani de la agencia APG, tiene a dos protagonistas: el rescatista, que descansa exahusto por unos minutos antes de reiniciar su labor y la persona menor que murió durante este hecho.

PARECIA DORMIR.
“A momentos parecía que la niña estaba durmiendo sobre mis hombros”, contó Marvel Flores, el rescatista que cargó en su espalda a la niña víctima del trágico deslizamiento que terminó con más de una decena de fallecidos.
El voluntario fue fotografiado justo cuando notablemente exhausto descansaba en una peña con la niña ya sin vida detrás suyo. La imagen se hizo viral en las redes sociales generando conmoción en los internautas.
“Le decía vamos a jugar arriba, vamos no te hagas más pesada, ayúdame. A momentos sentía su piel fría, pero en ese momento no se puede llorar, se tenía que seguir, había otras 20 personas más que teníamos que seguir sacando", expresó Flores en una entrevista con un medio televisivo.

EL LLAMADO.
Aquel fatídico día (sábado) en el que un cerro se deslizó en la carretera a Caranavi dejando sepultadas a varios motorizados y personas, el bombero es Marvel Flores, un voluntario de 34 años, orureño de nacimiento y estudiante del último año de Arquitectura, que pertenece al  grupo de Bomberos Antofagasta de La Paz. Fue llamado por la mañana para atender la emergencia en la carretera que conecta la sede de Gobierno con Caranavi, Nor Yungas.
Marvel relató que ese día, él y sus compañeros realizaron trabajos mucho más pesados pero que eso no se compara con la carga emocional que tenían que reprimir. “La carga emocional era mucho más dura que el peso (físico de la niña).  Pues incluso al subir su cuerpo preguntaban si estaba viva. "Les decía que no y se ponían a llorar (…) En ese momento se quiere llorar, pero no se puede, se pierde fuerzas, a mí y a mis compañeros nos dolía, pero teníamos que seguir (…) La orden era subir dejar a la niña y volver".

ESCONDIDO.
El rescatista recordó que “me había escondido para que nadie me vea, no sé de dónde salió el fotógrafo (…), no quería que muestren el cuerpo así, por eso me escondí un poco. Estaba descansando antes de salir a la carretera y directo ir hacia la camioneta y que no me vea mucha gente".
Tras conocerse la imagen, al menos tres medios escritos y otro tanto de la TV, lo entrevistaron y continuó con su narración, afirmando que  tuvieron que unir tres cuerdas de 100 metros para iniciar el rescate de los cuerpos que estaban atrapados en los vehículos enterrados. Un operativo que duró varias horas.
 “El deslizamiento seguía y era peligroso, podía tapar los cuerpos. Era más fácil atar el cuerpo a mi espalda y subir con la niña (...) emocionalmente fue doloroso. Era complicado, muy complicado. En la parte de arriba ya había familiares que la esperaban. Entregué el cuerpo a la Policía que se encarga de llevar a la morgue", contó Flores. 
El bombero no llegó a enterarse de la identidad de la niña, ya que por la urgencia debía seguir trabajando en el operativo. "La familia estaba ya reconociendo el cuerpo. No supe ni su nombre. La dejé y volví a bajar de inmediato. Debíamos apurarnos porque seguía deslizándose el cerro”, relató.
UNIDAD EN LA ADVERSIDAD.
Flores destaca el trabajo que realizaron todos los bomberos y rescatistas ese día, ya que fue una tarea muy dura, que no solo implicaba lo físico, también desde lo psicológico porque era una tragedia humana de gran magnitud. "Esto es lo más duro que he vivido", confesó. 
El artista Miguel Mealla ha publicado una ilustración inspirada en esta fotografía, con la que se rinde homenaje a los rescatistas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario