“Adriana Salvatierra Arriaza debe renunciar por ética y chilena, nos ocultó su identidad al ser elegida senadora y Presidenta del Senado, es un peligro para el Estado boliviano, como militar y exsenador de este gobierno solicito al presidente Evo su alejamiento inmediato (sic)”, escribió Freddy Bersatti.
Se trata de uno de los pedidos osados de un miembro del partido oficialista en medio de la polémica por la doble nacionalidad de Salvatierra, quien hasta ahora omitió que es ciudadana boliviana y también chilena.
Un peligro para el Estado, ese es el riesgo que planteó Bersatti; no obstante, en el MAS cerraron filas en defensa de la legisladora, la tercera autoridad en sucesión constitucional que puede ocupar la presidencia de Bolivia.
Ante un eventual viaje del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera, la presidenta del Senado asumirá las funciones presidenciales.
Salvatierra se vio envuelta en medio de la polémica después de que omitiera informar que también tiene nacionalidad chilena por su madre y por la ofensiva del MAS en abril de 2014, cuando arremetió contra el periodista y entonces director de Página Siete, Raúl Peñaranda, porque nació en la República de Chile. Cuatro años más tarde, el partido azul afronta una situación similar.
La pasada semana, Salvatierra mostró su certificado de nacimiento, dijo que es boliviana. Al ser consultada sobre si tenía doble nacionalidad dijo: “Yo nací en Santa Cruz, soy boliviana”.
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