La canciller Karen Longaric expresó este lunes que el expresidente
Evo Morales está usando su asilo político en México como un centro de
sus operaciones de desestabilización hacia Bolivia.
ERBOL
“El señor Evo Morales ha tomado como centro operativo de su accionar
político el territorio de México. Eso es lo que lamenta el Estado
boliviano, que México favorezca, facilite toda la desestabilización que
está generando el expresidente Evo Morales en el territorio boliviano y
que lo estamos viendo todos los ciudadanos”, expresó la ministra de
Relaciones Exteriores en entrevista con ERBOL.
Para la jefa de la diplomacia boliviana “la arremetida que ha
emprendido el señor Evo Morales para exacerbar la situación en el país
está siendo tolerada, secundada, favorecida por el gobierno de México”.
Señaló que, debido a esa desestabilización, los ciudadanos sobre todo
de La Paz se encuentran “bloqueados, cercados, sin alimentos” y sin
combustibles.
“Las normas del asilo exigen que aquellos que tienen estatus de
asilado no pueden emitir opiniones de carácter político que
desestabilicen la situación política del país que supuestamente está
persiguiendo; Bolivia no está persiguiendo a nadie”, aseveró.
Morales se pronuncia constantemente sobre política boliviana a través
de su cuenta de Twitter. También en entrevistas reveló que está en
contacto con sectores movilizados.
De acuerdo con Longaric, el Derecho Consuetudinario de Asilo y el
Derecho Internacional de Asilo, exigen prudencia, discreción,
limitación. Agregó, en ese sentido, que el Estado mexicano está
lesionando su propia doctrina Estrada que le manda no tener injerencia
en asuntos internos de otros países.
Además Longaric ve que “el objetivo es que el asilo no ponga en
conflicto o no enemiste a los países que se encuentren involucrados en
esto”. Por ellos, pide que se apliquen las normas de asilo que exigen
una limitación para emitir opiniones políticas.
La ministra de Exteriores también considera que nadie está siendo
perseguido en este momento y que ni la vida ni la integridad de ningún
político está en peligro.
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