Miembros de la Conferencia Episcopal Boliviana llaman a diálogo nacional, la mañana de ayer.
Foto:Marco Aguilar / Página Siete
Página Siete
El diálogo convocado para pacificar el
país y poner fin a la crisis social fracasó ayer. La razón es que
no se presentaron a la mesa de consenso los representantes del
Movimiento Al Socialismo (MAS), los exministros Héctor Arce y Carlos
Romero.
A la cita asistieron representantes de la
Iglesia Católica, de los organismos internacionales y líderes
políticos, entre ellos el expresidente Jorge Tuto Quiroga, Carlos
Mesa, de Comunidad Ciudadana, y Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional.
Ellos esperaron por una hora y 30 minutos y nunca llegaron los
delegados del MAS.
Según informes, Romero y Arce no se
presentaron con el argumento de que “no existen garantías ni
seguridad” para llegar al punto del encuentro, pues quienes participan
del diálogo “filtraron” a los medios de comunicación de que ellos
asistirían al diálogo.
Durante la hora y 30 minutos de espera, el
expresidente Quiroga aprovechó para exponer los dos proyectos de
decretos supremos para que Jeanine Añez, presidenta transitoria,
designe a los vocales del Órgano Electoral y convoque a nuevas
elecciones.
Luego informaron que Arce y Romero
solicitaron una reunión con el ministro de la Presidencia, Jerjes
Justiciano Atalá, en oficinas de un organismo internacional. La
autoridad se trasladó hasta esos predios. Hasta el cierre de esta
edición, las 22:00, no se conocieron resultados de ese encuentro.
Página Siete llamó a al menos 10
legisladores del MAS para conocer las razones de su ausencia en la mesa
de diálogo, pero no se tuvo éxito. Ninguno de ellos respondió, pese a
los llamados insistentes de este medio de comunicación.
El diálogo para pacificar el país arrancó después de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia. Como primera tarea, la Iglesia, la Unión Europea y expresidentes gestionaron, a pedido del MAS, la salida del exmandatario a México, donde está asilado desde el 12 de noviembre.
El diálogo para pacificar el país arrancó después de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia. Como primera tarea, la Iglesia, la Unión Europea y expresidentes gestionaron, a pedido del MAS, la salida del exmandatario a México, donde está asilado desde el 12 de noviembre.
Desde entonces se realizaron varias
reuniones. Fuentes diplomáticas explicaron que los primeros
encuentros fueron para incentivar la confianza entre los representantes
del Gobierno y del MAS.
En los encuentros, el masismo planteó
tres condiciones: garantías para sus dirigentes y sus legisladores,
salvoconductos y el retorno de Morales.
Ante un eventual fracaso de las
negociaciones, el Gobierno estudia la posibilidad de convocar “de manera
inmediata” a elecciones “a través de algún otro instrumento legal”,
anunció Justiniano.
Varios líderes políticos sugirieron a Añez que por decreto convoque a nuevas elecciones y designe a vocales electorales.
Virginio Lema, candidato a la
presidencia del MNR, dijo que “la presidenta Añez debe convocar a
elecciones y debe nombrar vocales ahora, no puede esperar más. Se le
acaba el tiempo a ellos y a toda nuestra democracia”.
Mientras que el expresidente Eduardo
Rodríguez Veltzé afirmó, en su cuenta de Twitter, que “en 2005 se
acordaron y aprobaron varias reformas constitucionales y legales para
posibilitar elecciones. Todos dialogaron en paz y cedieron algo para
sumar voluntades, hoy también puede ser posible”.
Pedido de Morales
Pedido de Morales
Desde su exilio en México, ayer Evo
Morales dijo que si retorna a Bolivia no buscará competir en las nuevas
elecciones, pero sí quiere completar los dos meses que le quedan, según
él, de mandato. “Déjenme volver y terminar mi mandato”, expresó Morales
a Al Jazeera.
La pasada semana, el expresidente
declaró a la BBC que “no tengo fecha, pero voy a volver allí en
cualquier momento. Tengo todo el derecho de participar en las
elecciones, pero dicen no Evo, no Evo. ¿Por qué tienen miedo a Evo?”.
Agregó: “No sé por qué están
asustados con Evo, no quieren que participe (en elecciones); está bien,
todo por la vida, por la democracia. Retiro mi candidatura, pero
deberían dejarme terminar mi mandato. ¿Se entiende?”.
La mañana de ayer, la Conferencia
Episcopal Boliviana convocó al Gobierno transitorio, al MAS, a los
partidos y representantes de la sociedad a un diálogo abierto para la
14:30, con el fin de pacificar el país, consensuar las condiciones de
las nuevas elecciones, pero no tuvo éxito.
Más de 50 ONG están dispuestas a contribuir a la pacificación
Más de 50 instituciones de desarrollo y derechos humanos de Bolivia pusieron a disposición sus diversas capacidades para contribuir a pacificar el país, que está sumido en una crisis social y política, luego del fraude electoral comprobado por la auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA).
A través de un comunicado conjunto, denominado “En defensa de la vida y de cara a elecciones democráticas y transparentes”, las organizaciones no gubernamentales comprometieron su “capacidad institucional, recursos humanos, aprendizajes, saberes y recursos materiales para contribuir al establecimiento de procesos de negociación, acuerdos, pactos y cualquier otro esfuerzo que pueda contribuir a pacificar el país”.
Para tal efecto, convocaron a la ciudadanía a sumarse a estas acciones a fin de preservar la vida y encaminar la realización de nuevas elecciones nacionales, las cuales se demandan que sean “democráticas y transparentes”.
Además se pide una investigación efectiva de todas las muertes generadas en los distintos conflictos suscitados desde el 20 de octubre, como también el resarcimiento a las víctimas y el cumplimiento del debido proceso para los responsables de estos delitos.
Entre las organizaciones que suscriben el documento están Unitas, Cedla, Cejis, Cidem, Cipca, DNI-Bolivia y Fundacion ACLO.
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