miércoles, 5 de septiembre de 2018

PERSONAL DEL SEGIP DEVUELVE MOCHILA VALORADA EN MÁS DE $US 3.000



Este martes 4 de septiembre, Carlos Olivera se aproximó a la Oficina Central del Segip Cochabamba con el objetivo de sacar una cédula de identidad para su hija de cuatro años de edad, llevándola a cuestas conjuntamente una mochila que contenía su material de trabajo e importantes equipos requeridos para desarrollar sus labores de consultor en sistemas de software.Radio Fides

Más temprano, a las 6.00, Lizzeth Fluvia Frontanilla Rodríguez, madre sacrificada de tres hijos, de 21, 17 y una de siete años, llegó a esta misma institución para desarrollar sus labores cotidianas del servicio de limpieza, sin imaginar que iba a tener una de las experiencias más satisfactorias de quienes se formaron, educaron y criaron bajo el valor de la honradez.

Olivera contó que al llegar al Segip “había muy poca gente, abrieron las puertas a las 7.00. Estaba con una mochila con equipo de computación. Tenía una reunión en la mañana después de este trámite y tenía que estar cargando estos equipos, no quise dejarlos en el auto. (Estaba) con mi hija en los brazos y con la mochila. Hice sentar a mi hija en una silla y en ese momento dejé mi mochila al lado, en otra silla, en ese momento nos indicaron que por la edad que ella (su hija) tenía podían atendernos en la oficina preferencial, ese momento levanté a mi niña y dejé descuidada mi mochila. Una vez que nos repartieron fichas para la atención preferencial, debieron pasar unos 3 o 4 minutos que noté que me faltó la mochila, el momento en que regresé, ya no estaba (la mochila)”.

Frontanilla, mientras limpiaba el área de espera de usuarios que requieren la cédula de identidad, notó que había una solitaria mochila en una de las sillas, la levantó, estaba pesada, y preguntó a quienes se encontraban ahí si era de alguien. No hubo respuesta. Actuó bajo sus principios y, tal como lo expresó, “como me lo dijo mi supervisora, cualquier cosa que se encuentre, se tiene que dejar en Secretaría”, donde se dejan las cosas extraviadas.

Mientras tanto, Olivera, muy preocupado, salió y buscó al guardia del Segip, de nombre Juan (Juanito para quienes lo aprecian), para averiguar si alguien había levantado la mochila. Fue en ese instante en que se presentó Frontanilla, quien le dijo que la había encontrado y la puso a buen recaudo. Le llevó a la oficina de Dirección y estaba con todo su contenido: “Una computadora, un celular y varios equipos de telecomunicaciones que en un valor de reventa superan los $us 3.000”, de acuerdo con su propietario, asegurando que nunca lleva esta cantidad de cosas y que justo las llevó por los trámites que iba a realizar y porque tenía mucho trabajo.

El agradecido usuario aseveró que además del valor económico de sus equipos, contaba con documentación muy importante en su computadora, por ello la pérdida de todo ello era más que significativa.

Frontanilla relató que es la primera vez que experimenta esto y está muy orgullosa, en especial cuando Olivera se enteró de que la mochila estaba resguardada. La servidora agregó que Olivera retornó al Segip para reiterarle sus agradecimientos.

El Segip, dentro de las políticas institucionales implementadas por su máxima autoridad, Marco Antonio Cuba, establece valores como la transparencia, lucha contra la corrupción, honradez, compromiso con el servicio público, entre otros, con los que se manejan los servidores de esta entidad pionera del gobierno electrónico.

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