viernes, 27 de octubre de 2017

“La chola fantasma” siembra terror en el “Halloween alteño”





El recorrido de este sitio incorpora escenas de historias y leyendas andinas del país. .

Wara Arteaga Very / La Paz
 
Las calabazas, los payasos y los muñecos diabólicos quedaron fuera de  una de las casas de terror  del "Halloween alteño”. Este espacio   abre desde hoy  para asustar  al público con personajes como  "La chola fantasma”, el Zambo Salvito y los sullus.
  Se trata de la casa El terror en la colmena, un edificio ubicado  frente a la Universidad Pública de El Alto. La atención es desde las 17:30 hasta las 23:00. Las entradas valen  30 bolivianos.  
  
Iver Nelguardo, uno de los responsables del espacio,  recuerda que la idea de usar personajes andinos para protagonizar esta celebración foránea nació hace  años. Como muchas otras historias de terror ésta comienza en una carretera, mientras él viajaba de noche hacia Tiwanaku. Para dar un ambiente terrorífico a la situación el chofer de la movilidad en la que se encontraba empezó a contar una historia de terror: "La chola fantasma”.
 
De esa experiencia, Nelguardo decidió que  la historia  de "La chola fantasma” forme  parte del recorrido de la casa del terror. Este espacio  se puede asemejar a un museo de  leyendas  e historias de terror bolivianas.  Por ejemplo, se recrea una escena de una mujer que   aparece todas las noches por una carretera en busca del  chofer de minibús que atropelló a su hija.  "Se les aparece a los chóferes y los obliga a esquivarla, así se vengará  del culpable de la muerte de su hija. Otros dicen que el diablo toma la forma de una mujer  de pollera para distraer a los conductores. Por eso muchos vehículos tienen accidentes en ese sitio de la carretera”, dice  el responsable.  
 
En un rincón de esta casa de terror, repleto de  paja y tierra, se encuentra un altar con un cráneo al que se le rinde tributo  con una ofrenda. La escena es similar a la fiesta de las Ñatitas, solo que además de coca hay una olla llena de sangre. 
 
Muy cerca dos sullus (fetos de llamas) de más de dos metros cuelgan del techo. "Se trató de rescatar varios elementos andinos para usarlo como parte de las historias de terror”, comenta Nelguardo al respecto. Su hermano, Wilson recuerda que el año pasado la muestra gustó tanto a la gente que se vendió más de 1.500 entradas. 
 
El recorrido de la casa  no sólo  muestra  esa historia, también retrata parte de la vida de Zambo Salvito. Un personaje paceño cuya vida de robos se convirtió en leyenda e inspiró muchos cuentos, este sitio resalta la versión más violenta sobre la vida de Salvador Chico.
 
Zambo Salvito inició su vida de ladrón con una aguja, pero su historia comienza muchos años antes. El día que vio cómo mataban a su padre a golpes, en manos de un blanco, porque lo acusaron de un robo. "Se dice que él también mataba a golpes a sus víctimas, que los muertos siempre eran blancos o mestizos, niños o grandes. Cuentan que comían niños”, dice uno de los responsables.  En la sala, donde se recrea  la cueva del Zambo Salvito se puede ver  réplicas de cadáveres sobre una mesa llena cráneos. El recorrido continúa.
 
Otra sala muestra las prácticas de un convento maldito, una  historia previa al filme El Conjuro. La calle de los zombies, con esqueletos enjaulados, o víceras colgando, es otro de los sectores que busca asustar a los alteños. 

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