Roxana Lizárraga, exministra de Comunicación. Foto/tomada de internet
La ministra de Comunicación Roxana Lizágarra
presentó este domingo renuncia irrevocable al cargo por estar en
desacuerdo con la postulación de Jeanine Añez a la presidencia y porque
cree que el “gobierno transitorio ha perdido sus objetivos”.
ERBOL
Dijo que llegó al cargo por decisión del
movimiento cívico y por coincidir con Añez sobre la necesidad de
responder al mandato de hacer elecciones libres, limpias y justas, en
base a la agenda que dejó la “revolución de las pititas”
Sin embargo ve que con la decisión de asumir la
candidatura, el gobierno de Añez está fallando a esa revolución y
comenzó a “incurrir en los mismos males del masismo que combatimos”.
En su carta le dice que ya no es un gobierno
interino ni transitorio, sino un gobierno al servicio de un grupo de
políticos y de un proyecto prorroguista que se diferencia muy poco de
las prácticas de Evo Morales y el masismo, dejando de lado el mensaje de
“unir para sanar”.
Afirmó que nunca estuvo de acuerdo que el masismo
use los medios estatales para hacer campaña, tampoco que se lance su
candidatura por el canal estatal, al igual que el TSE esté bajo el
dominio del Presidente.
Lizárraga prefirió frenar sus desacuerdos y
quedarse con la Jeanine Añez que le hablaba con el corazón a Bolivia y
que estaba dispuesta a cumplir con el encargo que nos hizo el pueblo.
“Solo quiero pedirle que reflexione, porque estoy
segura que no es este el camino que nos señaló la ciudadanía”, indica al
anunciar de retorna a la lucha junto a las plataformas, a los jóvenes, a
los nuevos líderes nacidos de la lucha de los 21 días.
Observa que desde Palacio de Gobierno un grupo de
políticos tradicionales traicionan las expectativas del pueblo y urden
un proyecto oportunista para gozar del poder, lo cual significa – según
la exministra – generar un escenario para que pueda regresar la
dictadura de Evo Morales.
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