miércoles, 6 de diciembre de 2017

Utilizan chatarra para crear el pesebre más grande de El Alto


Vásques trabaja en una de las esculturas de chatarra. Fotos: Víctor Gutiérrez / Página Siete

La obra está compuesta por seis piezas. Los artistas usan desde repuestos de autos hasta hojas de barriles viejos y letreros de metal desgastados.Página Siete
En  un taller de una vivienda de Ciudad Satélite de El Alto, los sonidos de un  motor de soldadura y   combos contra los fierros se escuchan desde hace tres  meses. Al pasar por el lugar, muchas personas se  imaginan que  construyen  piezas de metal, pero en realidad  forjan a los personajes  de  un   pesebre navideño de tamaño humano.

   ¿Cuándo y cómo surgió la idea? Fue   hace  poco más de  un año,  cuando  el joven artista Facundo Vásquez  decidió convertir  chatarra en  una obra de arte dedicada a la Navidad. Para este proyecto, el también escultor    determinó   un sello nacional  con   diversos personajes y  paisajes  de distintas regiones bolivianas. 

Un yatiri, un tinku, un inca, potosinos  y un afroboliviano, entre otros, son los personajes que darán vida al pesebre andino de Vásquez.

  Al principio, el artista  planificó que el pesebre tendría once piezas, pero por cuestión de recursos,  se redujo  sólo a  siete. Las esculturas miden entre metro y medio y los dos metros de altura. “Los pastores tendrían parejas y también habrían animales”, explica. Para este trabajo, indica el escultor, el tiempo fue corto y los recursos insuficientes.

 El proceso de creación duró más de tres meses. Primero se plasmaron  los bosquejos. Poco después las figuras se diagramaron en un programa de computadora. Luego, se  inició la recolección de desechos metálicos, materia prima para las esculturas.


En el taller se guarda  miles de piezas de metal  que muchas personas  desecharon por considerarlas chatarra. 
Vásquez reconoce que no tiene  mucha experiencia en la elaboración de este tipo de  esculturas, pero recibió la ayuda de otro artista que tiene una  especialización  en el área.
 
 Para la elaboración de las esculturas, los artistas usaron   barriles viejos, letreros de metal oxidados, sillas viejas, repuestos de autos y tubos. Por ejemplo, para mostrar una capa ondeando al viento, se utilizó  un combo y cincel.

Según Vásquez, la mayoría de estas piezas chatarra tienen una forma particular, por su desgaste natural. “Sólo hay que encontrarle el sitio adecuado”, añade.  Desde hace unos días, los  escultores  exponen una de las primeras piezas del pesebre, en la avenida Palenque de El Alto. Se trata de un potolo que toca la tarka. 

“Lo más difícil de hacer es el rostro y juntar las piezas delgadas”, explica Vásquez, mientras un grupo de transeúntes observa con admiración la obra.  

La elaboración de una sola pieza puede tardar alrededor de dos semanas, pero todo puede variar de acuerdo al  clima. “No es fácil trabajar cuando está lloviendo, tampoco cuando estás de mal humor”, confiesa Vásquez, quien  trabaja ocho horas diarias para la creación del pesebre.
   
 
La obra  se expondrá en el palco del primer desfile navideño de la ciudad  El Alto, que se realizará  el  16 de diciembre.  De esa manera,  la gente podrá apreciar cómo   piezas de chatarra dan vida al  pesebre más   grande de la urbe.

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